99 Años De La Huelga Inquilinaria En Panamá

Por. Jaime Flores Cedeño
Abogado- Historiador

Ayer como hoy quieren prohibirle al movimiento popular su movilización, pero nadie puede impedirnos levantar el rostro de nuestra dignidad.

 

Un día como hoy, pero del año 1925, la ciudad de Panamá se encontraba en su mayor ebullición política, económica y social, producto de la Huelga Inquilinaria que había iniciado días antes, más precisamente, el 30 de septiembre a las doce de la noche.
Las razones de la Huelga se sostenían en que los casatenientes, dueños de las casas de inquilinatos, habitadas por panameños y extranjeros pobres, que en su mayoría habían servido en la obra de construcción del Canal, culminada en 1914, y muchos de los cuales se hallaban sin trabajo, se les sumaba ahora el alza de los alquileres, como resultado de la Ley 29 aprobada por la Asamblea Nacional que subía el impuesto de inmueble a los propietarios, pero estos, como siempre suele suceder, le trasladaron el mismo a los inquilinos.

La Huelga fue organizada por la Liga de Inquilinos y Subsistencias, que era parte del Sindicato General de Trabajadores fundado en 1924, a razón de la pobreza y la explotación obrera que se experimentaba en Panamá por parte de empresarios.
Jorge Turner en su libro “Raíz, historia y Perspectivas del Movimiento Obrero Panameño” señala al respecto: “En el año 1924, se constituyó el Sindicato General de Trabajadores el cual llegó a tener miles de miembros inscritos y cotizantes. Sus líderes principales fueron anarcosindicalistas, opuestos a la creación de partidos políticos y partidarios de la acción directa. Entre los extranjeros que auspiciaron su fundación estaban los hermanos José María y Martín Blásquez de Pedro, españoles anarquistas; Sara Gratz, polaca anarquista, los peruanos desterrados del régimen dictatorial de Leguía, Esteban M. Pavletich, que más tarde se incorporó a la guerrilla sandinista; Luis Francisco Bustamante y Nicolás Terreros, socialistas, y el colombiano, Carlos Manuel Céspedes, también socialista”.
Menciona Turner, que entre los panameños se encontraban: Domingo H. Turner. Diógenes de la Rosa, Eliseo Echevers, Eugenio Cossani, Samuel Casís, Rogelio Cortés, Manuel L. Rodríguéz y Julia Palau de Gómez.
Todos estos dirigentes de probada trayectoria jugaron un rol destacado en la conformación del movimiento sindical panameño, que se inspiraba entre otros, en los triunfos de la Revolución Mexicana y la Revolución Bolchevique de 1917, igual, que, en las luchas libradas por los trabajadores en el Canal en contra del racismo, los bajos salarios y las inequidades, que habían ocasionados huelgas y paros.
La respuesta del gobierno a las protestas de los inquilinos fue la persecución y los arrestos en los días subsiguientes, el país era gobernado por la rancia oligarquía al mando de Rodolfo Chiari, liberal acaudalado, dueño de ingenios en el interior del país y de grandes propiedades en la urbe.
A la rebaja de alquileres se sumaron otras demandas como la disminución del costo de la canasta básica, que mantenía a la población en un estado de crisis social y familiar permanente. Hubo fuertes pronunciamientos de los inquilinos en medio de la coyuntura, que trazaban la orientación que se debía seguir, a la vez, que explicaban el contenido de las protestas, en una de sus proclamas decían que: “La República de Panamá, es respecto de su extensión uno de los países menos poblados de la tierra. Sin embargo, al ver lo reducido de muchas habitaciones de una sola pieza, por las cuales se atreverán a cobrar siete, ocho y diez dólares, cualquiera pensaría que este país es el más poblado del universo, puesto que tanto y tanto, se escatima en las casas el espacio, que por todas partes y en todos sentidos está de sobra”.
Ante la negativa del alcalde Mario Galindo, se llevó a cabo el 10 de octubre, bien avanzada la tarde, un mítin en el histórico parque de Santa Ana, que concitó a cientos de inquilinos, tanto desempleados, como trabajadores y pueblo en general. Esta concentración terminó en una violenta represión, donde cayeron muertos Ferdín Jaén y Marciano Mirones, días después producto de las heridas fallecieron, Lorenzo Brown y Emilio Olivardía, el cuerpo de policía era comandado por Ricardo Arango Jr. (primeros mártires obreros).

Imagen que aparece en el ensayo de Luis Navas Pájaro
50 Aniversario del Mazo, Ediciones Bayano

Lista de heridos y muertos, Estrella de Panamá, 11 de octubre de 1925.

«Hospital Panamá:

• Carlos de Diego, Capitán del Puerto, herida en el pulmón
derecho.

• Félix Tejada, herida muscular del brazo derecho.

Hospital Santo Tomás:

• Miguel Ávila, panameño, de veinte años; herida en el cuello
(parte anterior).

• Emilio Olivardía, panameño, de 21 años. Herida en el brazo y
pulmón derecho.

• Felipe López, panameño, de 21 años, herida en la pierna izquierda.

• Antonio Landazo, colombiano, de 42 años, herida en el hombro
izquierdo.

• Alejandro Grau, panameño, 39 años, herida en el brazo izquierdo.

• Ferdín Jaén, panameño, 28 años, herida en ambas piernas.

• Florencio Iturriaga, panameño, 23 años, herida de la pierna
derecha.

• Daniel Santana, panameño, 32 años, herida de la pierna derecha.

• Toribio Meléndez, herida superficial de la frente.

• Muerto: Marciano Mirones, panameño» (38).

Datos tomados de la Revista Lotería 231 de octubre y noviembre de 1973

Alexander Cuevas, en su ensayo: “El Movimiento Inquilinario de 1925”, resume estos hechos así: Este fue pues, en síntesis, el saldo trágico del 10 de octubre. Saldo, que se erigió en delito y que levanta su índice acusador contra aquéllos que los cometieron. Saldo también, que fue un crimen, el cual se materializó —según palabras de un abogado de los detenidos inquilinarios- “en las manchas de sangre que el 10 de octubre dejó en Santa Ana y en algunas conciencias en las copas que bocas beodas escanciaron con delectación”.
El gobierno ante el levantamiento popular optó por llamar al ejército estadounidense el 12 de octubre “mal llamado en ese entonces como el día de la raza”, que con cientos de tropas bien armadas y en tiendas de campaña cayeron en el parque de Santa Ana y se tomaron el área principal de la ciudad por varias semanas, provocando más muertos de los que ya se contaban, posteriormente, el 30 de octubre el Canciller Horacio Alfaro, en un acto de entreguismo, extendió su agradecimiento al gobernador por la intervención USA, sin importar los muertos y heridos que la misma había ocasionado

A solicitud del gobierno oligárquico de Panamá, solicitó la intervención del Ejército Norteamericano para favorece5r a los casateniente en 1925.
Esta sería la primera Huelga Inquilinaria, porque el 1932, hubo otras manifestaciones populares que se oponía al desmedido lucro de los dueños de viviendas, que lanzaban a diario a la calle a inquilinos que no podían pagar los altos precios.

El Ejército interventor de USA en el parque de Santa Ana en octubre de 1925.

Es importante para el Movimiento Obrero panameño, no olvidar esta Gesta Nacional, que sirvió de ejemplo a otras luchas populares que se verificarían a lo largo del siglo XX y que fue uno de los antecedentes de la Fundación de los Partidos Comunistas y Socialistas a inicios de la década del 30.
Las oligarquías criollas procuraron suprimir de los textos escolares estos hechos acaecidos hace 99 años, para que no fuesen ejemplo a las futuras generaciones, que se enfrentarían al coloniaje en la Zona del Canal, al intervencionismo de los USA en los asuntos nacionales y que levantarían su voz por mejores condiciones de vida para la clase trabajadora. Resulta imperioso, que sindicatos, gremios, estudiantes, indígenas y profesionales, se organicen para conmemorar el próximo 2025 los 100 años de “La Huelga Inquilinaria” y enfrentemos de esta forma las tendencias elitistas de borrar la memoria histórica de las luchas populares en Panamá.

Hace 100 años vinieron en mulas, en 1989, vinieron con la más alta tecnología al mismo propósito, aplastar al pueblo panameño.

15 Hay varios Likes:) Gracias...