Por: Gonzalo Delgado Quintero
Lo positivo y la verdad son aquí, allá, en Rusia, China o en la Conchinchina y aclaro que aunque he señalado fallas importantes y diversas de la actual administración del país, mis críticas han sido certeras y por tanto positivas, siempre con la intención de que se corrija el rumbo de la nave del Estado. Son tan objetivas mis críticas, que han disgustado a algunos altos dignatarios. Me lo han expresado.
Como un antecedente que es evidente y propicio reconocer; pero que además sigue latente, ha sido el proceso de vacunación como un importante logro del gobierno, innegable. Hemos tenido la oportunidad de ver los registros de otras partes del mundo y nuestros logros son superiores, incluso, sobre países del primer mundo, entre ellos Estados Unidos y otros de Europa y Asia. Este es un esfuerzo insoslayable que, visto desde el punto de vista del vaso medio lleno, es una de las acciones de mayor trascendencia que quedará para el análisis posterior de la historia.
Ahora bien, sentíamos y por eso nuestros sanos comentarios, pero críticas al fin y al cabo, a través de las cuales expresábamos nuestra muy particular apreciación en torno a que el gobierno estaba declinando demasiado a favor de los menos necesitados; sin embargo, nuevamente nos sorprende gratamente la decisión anunciada por el Presidente Cortizo, de otorgar un aporte del 50 por ciento anual de la actividad minera al programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), esta es otra acción de trascendencia histórica.
Pero debemos aclarar a nuestros lectores que no estamos de acuerdo con el porcentaje establecido entre el Gobierno y la empresa minera. No debe ser solo un 12 por ciento, el Gobierno debe imponerles el reparto mínimo de mitad y mitad; ya esta empresa sacó de manera centuplicada toda su inversión; ahora le toca al pueblo. Todavía queda pendiente qué se va a hacer con la decisión emitida ya, por la Corte Suprema de Justicia; pero este párrafo es solo para aclarar y aunque guarda relación, es motivo de otro análisis. Ojalá que cuando sea no el 12, sino la mitad porcentual de la ganancia minera para el Estado, también se mantenga el 50 por ciento para el IVM. Teniendo en cuenta que la actividad de la minería está obteniendo ganancias que superan tres veces lo que produce el Canal de Panamá, con ese aporte si resolveríamos el déficit de este programa de la CSS.
Veamos los números. Se habla de que el 50 por ciento que recibirá el IVM, asciende a unos 190 millones de Balboas. Eso es lo que hasta ahora deja el 12 por ciento al Estado; cuánto no dejaría de aportaciones al país y al propio IVM, si el porcentaje negociado con la empresa minera fuera por el 50 por ciento. Tan solo el IVM tendría que recibir alrededor de 800 millones de Balboas al año. Pero dejemos eso hasta allí, pero debemos hacer las adecuaciones mineras.
Volvamos al redil con las buenas noticias, y es que ayer después de manifestaciones de júbilo que me llegaban a mis grupos de celular, entre los cuales cuenta el Movimiento del 20 de Diciembre que preside Trinidad Ayola, en el cual he participado en los últimos 32 años; con gran alegría me sorprendía otra determinación del Presidente Nito Cortizo. Esta vez anunciaba en forma definitiva que el 20 de Diciembre se establecía como “Día de Duelo Nacional”.
Seis presidentes anteriores no tuvieron la valentía de hacerlo. No lo aprobaron por muchas razones de peso. Presiones de afuera y de adentro. Incomprensiones apátridas. Negativas provenientes de nuestro agresor (Estados Unidos) que presionaba para no reconocer uno de sus peores errores de la historia y por añadidura abre la posibilidad de que ellos (EU) deban indemnizar a nuestro país. En fin, es una suma de hechos imposibles de cuantificar.
Concluimos, exentos de sentimientos alabanciosos a favor del Presidente, en cuanto a este sensitivo punto del patriotismo profundo, que el Presidente Laurentino “Nito” Cortizo Cohen, ha cumplido con la dignidad de la patria, quitando con su decisión, la mácula infame que seguía vulnerando desde 1989 hasta ayer, 31 de marzo de 2022, la dignidad de todos los panameños.
El autor es periodista, analista y escritor
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