Por: Ramiro Guerra M. Abogado y Cientista Político.
La dialéctica Partido-sociedad. A manera de crítica, lo señalado pasa, por un proceso abierto , es decir democrático de autocrítica. Eso no se puede eludir; voy más lejos, esa autocrítica, bien conducida, deviene herramienta de formación ideológica, que coadyuva a elevar la conciencia de si, hacia una conciencia para sí, única manera de situarse al nivel que las masas y el pueblo lo demandan ; es decir de depositar en un liderazgo colectivo, la confianza de que sus problemas pueden encontrar soluciones.
En la vida de los seres humanos e igual para los partidos, hay que saber hacer la diferencia, de tal suerte de evitar quedar como uno más del montón.En el caso del PRD, fatal para su devenir, no entender lo anterior. El PRD, tiene cuadros , muy formados y experimentados en la lucha política; pero en la dinámica de un partido venido a menos, desde el punto de vista del ideario torrijista, su lucha contra las corriente oportunistas y electoreras, no le es tan cómoda. Tremendo reto tienen por delante; el tiempo corre para el evento congresional. ¿ La línea del consenso? Revolcarse en el pantano con las tendencias arribistas, que de principios no saben nada y cuyo pragmatismo está referenciado al utilitarismo, error que se pagará caro. Desde la sociedad , observando los desiderstum del PRD.
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