La mejora de los ingresos reales de la población es lo que cuenta.

EL PREMIO NOBEL, JOSEP STIGLITZ, CRITICA EL USO DEL PIB, COMO HERRAMIENTA PARA MEDIR DESARROLLO DE LA POBLACIÓN.

POR RAMIRO GUERRA M.        ABOGADO Y CIENTISTA POLÍTICO.    

El crecimiento del PIB, no es determinante para evitar o conjurar crisis sociales y políticas. Igual, el ingreso percápita, tampoco dice mucho, en cuando a ingresos reales que reciben los habitantes.

Un país podrá tener un crecimiento del PIB alto, pero con pobre reparto social. Como explicar, que Panamá, en el periodo pre pandemia, tuvo un PIB, alto, llegando hasta un 11 por ciento, por encima de la mediana en Latinoamérica, pero seguimos marcando como uno de los de peor distribución del ingreso o del producto social nacional.

Como escribe Stiglitz, si la población mejora en sus ingresos reales, percápitamente, entonces si estamos en la vía correcta de una política económica que apunta a un reparto justo y con equidad.      Me decía un amigo, economista, que los gobiernos, se pasean y manejan el discurso del PIB, como un santo de procesión y que todo está bien y vamos viento en popa. Mientras que sus pueblos cruzan el Niágara en bicicleta.

Un PIB alto, no frena crisis sociales y políticas.  En 1968, Panamá tenía un crecimiento aceptable pero no hubo manera de evitar el golpe militar y el advenimiento de un estado de excepción.  Caso actual de Colombia, viene de menos a más en su PIB, sin embargo, la situación política y social, que viene de arrastre, dicho crecimiento no ha impedido, que Gustavo Petro se ofrezca como la salida a la crisis político social, que desde décadas atrás vive el hermano país de Colombia.

¿A dónde nos dirigimos con este análisis? Sencillo, la cuestión de fondo, el grave déficits en materia de reparto social equitativo, democracias imperfectas y excluyentes, estados plutocráticos y hoy gravemente infectado por la corrupción, son las variables y condicionantes, que abren los portones para algo distinto a lo mismo de siempre.

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