Por: José Dídimo Escobar Samaniego
Histórico y valioso este trascendente Mensaje.
Los vulnerables y con menos oportunidades de movilidad social en nuestro país, hoy, impactan en los escenarios al trasmitir su sentir y su pensar…
Por centurias, nos aseguraron, que los originarios eran brutos, vagos y cobardes y ahora la realidad nos demuestra que, en situaciones críticas, también nosotros de manera legítima tenemos la OPCIÓN, DE APRENDER DE ELLOS.
La humildad y la audacia no tienen por qué andar separadas. Si fuera el General Torrijos al que le presentan el arroz con tuna, me lo imagino dándole órdenes a su escolta para que trajeran una chicha de nance para poder bajarlo, y lejos de despreciar como haciendo la diferencia, se pone en la posición no sólo de aceptarlo, sino de complementarlo, como lo hacen personas amigas, con inteligencia natural, gestos que fortalecen la confianza, la amistad y consolidan una relación de iguales.
Y no sólo Torrijos, me imagino qué haría en una situación similar, Pany Pérez, si estuviera vivo, un Alfredo Oranges, Raúl Montenegro, Luis Navas, Leonor Calderón, Alma Montenegro, Juan Jované y muchos otros. Pero como dice el dicho español, “lo que Natura non dá, Salamanca no presta”
Ojalá aprendamos la lección, de que somos iguales y que no podemos andar ofendiéndonos alegremente, intentado un discurso que, llegado el momento, dejamos en evidencia de que no se trata de nosotros. Debemos ser coherentes y humildes.
¡Así de sencilla es la cosa!
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