Por: Enrique Avilés
Ayer escuchaba las declaraciones a la prensa del nuevo presidente de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresas (APEDE) y para nada me sorprendieron las palabras del Sr. Temístocles Rosas, quien con la más frontal de las respuestas desconocía los resultados de la mesa de dialogo, por considerar que el empresariado no tenía participación en la misma, a sabiendas que hay una fase subsiguiente donde se contempla su participación. Sus palabras caen en el momento preciso en que el empresariado de la cadena de suministro de alimentos ha iniciado deliberadamente un alza de todos los artículos, mientras en sus estanterías no aparecen aquellos pactados en la mesa del dialogo. A esto hay que sumar la salida del gobierno de señalar que los productos rebajados en la mesa de dialogo solo se venderán en las ferias institucionales que se realizan intermitentemente en diferentes locaciones del país, lo que en ningún momento fue parte del consenso de la mesa. En otras palabras, la solución de rebajar el costo de los alimentos termina siendo un cuasi castigo al pueblo que lo condiciona a comprar su alimentación en un mercado donde no hay rebaja alguna, a sabiendas que la garantía de las excluyentes ferias no da fe alguna de resolver el problema.Lo que resulta aún más perturbador es escuchar de parte de este representante del empresariado decir abiertamente que “un empresario no va a vender por debajo de su costo, aunque se lo diga la Ley”, asegurando que la libre empresa y la estabilidad social está bajo amenaza, por movimientos radicales que pretenden hacer cambios estructurales en el modelo económico, y que dichos cambios, al parecer de sus representados, serán más perjudiciales que lo que se pretende resolver. Al paso plantea que están en conocimiento de que existe una inequidad social, pero que la solución a esa inequidad (precisamente notoria en el alza indiscriminada de los alimentos en la última semana) no debe perjudicar de manera alguna al empresariado. Palabras propias de un modelo degenerado de libre empresa que por su concentración de riqueza en unos pocos que manejan el mercado de alimentos tiene a su entender que manda por encima del bienestar común, e incluso por encima del poder de la ley.
Para hoy miércoles, los sectores populares en reclamo al incumplimiento de lo pactado en la mesa de dialogo realizarán acciones de protesta, por lo que no extrañaría que como medida de fuerza contestataria los encargados de la cadena de suministro de alimentos vuelvan a la asfixiante tarea de incrementar un poco más los mismos, solo para demostrar que su poder esta por encima de la ley, del gobierno y del bienestar común, mientras culpan a los manifestantes y los cierres del alza que mata de hambre al pueblo. Un mensaje claro de que las banderas sectoriales de la desobediencia a la ley planteadas por la APEDE obedecen a su interés minoritario, antidemocrático e inhumano.
El autor es docente de la Universidad de Panamá.
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