Por: Ramiro Guerra M. Abogado y Cientista Político.
Hoy politólogos y filósofos han teorizado en torno al concepto de ciudadanía deliberativa y participación social ciudadana. Habermas, Dorking han externado su pensamiento en artículos y libros.
La conclusión, como hablar de democracia, sin una participación real y efectiva de la gente, la ciudadanía o los sectores sociales, en la construcción de decisiones y soluciones. Un error pensar que, lo que se llama democracia liberal representativa, otorga una licencia para un ejercicio del poder, lejos de la gente o el pueblo.
Martín Torrijos, dió paso en la dirección hacia una participación ciudadana. Envió un proyecto de ley sobre el tema. Cuando asumió la presidencia Ricardo Martinelli, dicha propuesta fue archivada. También la iniciativa de crear por ley el Consejo de la Concertación. Igual, el mismo fue desactivado, tanto por los gobiernos de Martinelli y Varela. No tuvo el protagonismo que tuvo en la administración Torrijos. Uno de los documentos más completos relativo a desarrollo nacional y el cómo usar los recursos que transfiere el Canal al Estado, surgió de esa concertación.
No le pararon bola y fue a parar al congelador. Viví todo el proceso que dió origen a la concertación nacional y la ley que le dio existencia legal. ¿A dónde quiero llegar? Sencillo, como hablar de democracia, sin participación real del pueblo en la toma de decisiones.
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