El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Eduardo A. Reyes Vargas
Una persona que afecta negativamente a las personas que le rodean debido a su forma de ser y sus conductas tóxicas. Son los personajes tóxicos.
Panamá, es un país dentro de este mundo, que tiene entre sus ciudadanos a estas personas tóxicas.
No escapan clases económicas, sociales, religiosas, políticas etc. de poseer un porcentaje significativo de estos personajes.
Sin embargo como en toda fauna hay especies toxicas que se concentran más en unos sectores que otros.
Los hay profesionales y no profesionales.
Sin embargo y lamentablemente estos individuos llenos de toxicidad tienen la gran facilidad de contar con acceso a varios medios de comunicación social.
Dentro de estos medios, la televisión es uno de ellos, en donde en ocasiones por razones de su deber de informar, los tenemos que observar y escuchar.
Pero creo donde tienen un óscar ganado, son los que proceden de nuestras instituciones públicas en especial de Asamblea Nacional, Municipios, Poder judicial etc.
Sus presentaciones sobre todo cuando se trata de algunas respuestas por cuestionamientos que se le hacen por sus conductas dudosas desbordan en grandes olas llenas de toxicidad que nos sumergen en la ira y disgusto.
Parecen no percibir que existen muchos panameños con la suficiente inteligencia para descubrir sus actuaciones venenosas. Y hasta maleantescas.
Creo que los medios de comunicación comprometidos con la salud mental de sus seguidores, al menos deben usar antídotos para ello.
Esos antídotos sería presentar cada día con más frecuencia a personajes que son paradigmas de buenos ejemplos para la ciudadanía.
Hay muchos profesionales y no profesionales que son paradigmas de superación y honestidad.
La salud mental del panameño más afectada por la pandemia se maltrata con estos personajes.
Hagamos prevención.
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