El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por Ramiro Guerra M. Abogado y cientista político.
Omar entre su pueblo, lo suyo no era fingimiento.
El liderazgo de Omar Torrijos entendió perfectamente que, para su obra de gobierno, su yunta pueblo – gobierno, resultaba imprescindible la organización del pueblo.Como olvidar la Asociación de Asentamientos Campesinos liderizados por Julio Bermúdez; la DIGEDECOM: Dirección General para el Desarrollo Comunitario, las Juntas Comunales, las Juntas Locales y los Comités de Salud; la Acción Cívica del componente armado y otras organizaciones.
Omar se apoyó mucho en el sector industrial panameño. Si no me equivoco, en ese periodo logramos grados importantes de sostenibilidad y soberanía alimentaria. Intentó una reforma progresista de la educación y en política exterior se extendió a fondo defendiendo el interés de los panameños, fue un gran facilitador del diálogo y la paz a nivel regional.
Comparado con el período que le precedió antes de 1968, su progresismo, de gran significación reformista y popular. Al pobre no le des dádivas, dale la vara y enséñale a pescar. Con esa filosofía dotó al campo de equipos y maquinarias para elevar la productividad.
La pregunta, ¿hoy nada de eso es posible? Otra época, como dicen algunos que, se denominan torrijistas? Ni uno ni lo otro, sencillamente el poder se articuló y se desenvuelve dentro de parámetros ideológicos que priorizan la lógica del capitalismo salvaje y que enarbola el asistencialismo y el antidemocrático y perverso clientelismo electoral.
Liderazgos rehenes de esta realidad. Pero seguro que vendrán tiempos en que el reino de la necesidad traerá libertad. Sin duda alguna.
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