El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Victoriano Rodríguez Santos
Hoy 13 de febrero se conmemora el natalicio del hombre que cambió la historia -estructura administrativa, económica, cultural y educativa- de este país.
Omar Torrijos Herrera, en 1968, con otros uniformados, producto de los desmanes que venían dándose a través de los gobiernos oligárquicos, rapiña, falta de educación, deterioro de la salud, falta de carreteras y desorden social –para la población pobre- se alzó junto con otros compañeros de armas y logró implementar un gobierno diferente, que atendía las necesidades de la población, por lo cual en el país hubo un giro de 180 grados, situación que aún quedan huellas en memoria de miles de panameños.Hubo un cambio estructural en la política economía, de salud, vivienda y bienestar social. Hubo espléndida apertura educativa, en cada poblado por alejada que fuere, se establecieron escuelas y centros de salud. Se hicieron caminos de penetración para sacar los productos agrícolas.
La población pobre tuvo acceso a escuelas y colegios. Quienes no teníamos la remota oportunidad de estudiar, logramos ingresar a colegios y posteriormente a la universidad -que era elitista para políticos, hijos de empresarios, de profesionales y quizás no de todos-.
Desde 1968 y hasta 1981 con su defunción ya muchos habíamos logrado un diploma de secundaria y otros el universitario; ello nos catapultó a ser profesionales y no meros mandaderos de los omnipotentes. Eso jamás se lo perdonarán a Omar.
Hoy pudiéramos decir que más del 70% de los profesionales panameños deben su educación -directa o indirectamente- a la gestión de Omar Torrijos Herrera, con la apertura democrática de la educación.
Hoy muchos se visten y hablan de la estructura formada por Omar Torrijos con una arrogancia que da vergüenza verlos, peor cuando dicen ser torrijistas. Se necesita más que pertenecer al partido, se necesita honestidad, transparencia, dignidad, cosa que muchos no tienen.
Muchos se han enriquecido de las arcas del Estado a tal grado que son millonarios e intentan apropiarse del partido que Omar creó.
La población de 60 años y menos, debe preguntarse qué educación tenían sus padres y abuelos antes de 1968. Generalmente de ninguna a muy poca.
Ahora, ¿qué educación tienen ellos, sus hijos y nietos? Ahí verán la diferencia. No son laureles, lo que cuenta es el ser humano como tal. El poco desarrollo logrado fue durante la época de Omar con la construcción de hidroeléctricas, ingenios, vías de comunicación, asentamientos campesinos, alfabetización, así como de escuelas, colegios y la apertura democrática de la Universidad de Panamá.
Gracias a Omar Torrijos tuvimos escuelas y centros de salud en casi todas las comunidades, por muy apartadas que fueran, se crearon colegios en todas las provincias, inclusive colegios nocturnos. Se educó a la juventud, también a los no tan jóvenes que querían estudiar. Se abrió la Universidad de Panamá a la población, porque era elitista. Eso lo acabo Omar y esa oportunidad que tuvimos muchos la hemos volcado a nuestra población con los pocos recursos logrados sin utilizar la ventaja de la política corrupta para ello, lo cual debe dar vergüenza a muchos. Con honestidad, honradez y patriotismo, aún exhausto, rema siempre en la dirección adecuada, tiene mas valor un centímetro en la dirección correcta que un kilómetro en la contraria. Dios te salve, Panamá.
Ciudadano humanista.
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