Por Gonzalo Delgado Quintero
Leí con detenimiento a Pedro Rivera, escritor excelso. Él es un referente inagotable del pensamiento contemporáneo panameño. Escribe conciso, profundo y certero; siempre muy filosófico para el entendimiento promedio, al menos para mí, por lo que a veces me veo obligado a releerlo dos y más veces, debido a que es un escritor de conceptos con pocas palabras. Sin disminuir a otros escritores conocidos de la actualidad, diría que Pedro es el amo de la difícil sencillez de la palabra escrita en Panamá y más allá. Es un semiótico como Rafael Ruiloba, al buen estilo de Humberto Eco.Rivera ha escrito un artículo interesante en “El Periódico de Panamá”, que intituló: “La Geopolítica En Serio”. El escrito señala China y su impacto internacional en el mercado. Una realidad que parece sin retorno en todos los ámbitos existentes y los que surgirán a nivel global.
El escritor panameño nos habla de la teoría de la complejidad según la cual, al decir de Edgar Morín, es que: “en la raíz de la totalidad de los sistemas complejos, desde el comportamiento de las moléculas, los procesos biológicos y psicológicos, la acción de las naciones y los estados y el equilibrio de la naturaleza, se encuentra un cuerpo de reglas que cuando puedan ser identificadas, darán lugar a la unificación de las ciencias naturales y las ciencias sociales”. (https://www.gestiopolis.com/teoria-de-la-complejidad-y-pensamiento-complejo-de-morin/)
La vez pasada me topé a Pedro Rivera en el PARLATINO, nunca antes habíamos hablado hasta ese día, hace más o menos un mes en ese encuentro que fue coordinado por un grupo encabezado por Alma Montenegro de Fletcher que sirvió para realizar un amplio conversatorio que fue titulado: “Balance y desafíos del torrijismo en el siglo XXI. Por cierto, Pedro me dijo que escribo muy largo y creo que tiene razón. Sigo pensando en eso.
Pero volviendo al argumento de la teoría de la complejidad desarrollada por Morín y citada por Rivera, tendríamos que este encuentro torrijista se inserta perfectamente en los temas globales cuando en el mismo se discutió sobre: “Políticas Públicas y modelo de bienestar social” y temas subalternos a éste, que observan interrogantes a partir de: ¿Cómo debe ser la transición del Estado Subsidiario al Estado Social democrático de bienestar y de derechos? ¿Cómo crear un modelo de salud que ponga como prioridad la producción de salud en vez de la curación de la enfermedad? ¿Qué necesitamos hacer para garantizar calidad de vida?
Al fin y al cabo, estos son los temas de fondo, al menos para los panameños y estoy seguro que para la mayoría de los seres humanos del planeta. Ello no quiere decir que el minúsculo grupo del poder invisible, bajo la opacidad hegemónica, estén dejando de pelear para ceder hegemonía. Todo lo contrario, ellos conspiran contra el criterio de Estado de bienestar social e imponen a su vez el modelo neoliberal. Por tanto, nos dicen que “China es el enemigo” de fondo, mientras que paralelamente globalizan también un sentimiento rusofóbico. Bajo esta teoría de la complejidad, Panamá que está sometida a los criterios de mercado de ese capitalismo salvaje, a su vez, le imponen a cuenta gotas la posibilidad de realizar proyectos con el gigante asiático y otros, bajo supervisión y vigilancia. Al fin y al cabo ya no es un asunto ideológico sino de lucha por los mercados.
La esperanza es que esa imposición contra nosotros los débiles será de corta duración, porque ya el cambio radical es global y se está desarrollando. La evidencia más abrupta sucede en Ucrania y las más de 60 guerras actuales, sin que haya vuelta atrás. Con esa guerra provocada por EU y respaldada por Europa, el tiro les salió por la culata y ahora, los mismos proponentes se arrepienten cuando les revotó la propia estratagema a partir de los resultados que están imponiendo con la propia medicina, la Ley Gesara Nesara y el Sistema Financiero Quántico OFS. La guerra que se libra es entre capitalistas; pero, son al menos tres modelos económicos que se disputan la hegemonía. El híbrido chino, el agro-industrial ruso y el neoliberal de EU y UE.
El autor es periodista, escritor y analista.
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