El tiro por la culata

Por: José Dídimo Escobar Samaniego

La empresa minera First Quantum Minerals Ltd, con base en Toronto, Canadá y de probable capital mayoritario de varios estados, cuya subsidiaria en Panamá es Minera Cobre Panamá, sabiendo de antemano que actúa al margen del derecho desde hace más de cinco años y medio en que continúa explotando la concesión que fue declarada inconstitucional el 21 de diciembre de 2017 por la Corte Suprema de Justicia, y habiendo quedado dicha decisión en firme o ejecutoriada, lo que ocurrió el 24 de diciembre de 2017, en Panamá dicha empresa ha desarrollado una campaña publicitaria multimillonaria para tratar de hacer pasar por bueno y hasta legal la apropiación de los minerales que actualmente se roba a ojos vista de todos los panameños y cuya suma asciende a miles de millones de dólares, precisamente mientras que, el pueblo pasa por una seria estrechez económica.

Sostienen la empresa que, genera más de 40 mil empleos indirectos, cuando empleos directos para los panameños no suman más de 3,500 en la actualidad. Los empleos indirectos tienen una relación directa con los empleos directos y en este caso no se corresponde esa relación que en el mejor d ellos casos, un empleo directo puede general tan solo tres empleos indirectos, lo cual desnuda la campaña mediática mentirosa que lleva adelante.

Las grandes inversiones que ha construido la empresa minera, en el sitio y el puerto, son de uso exclusivo para la empresa, le han secuestrado la soberanía y jurisdicción al Estado panameño y en los libros de contabilidad que se han presentado ante la Autoridad de la Bolsa de Toronto, Canadá, para que los accionistas conozcan, se informa de una inversión que ronda los 2,000 millones de dólares y no los 7,000 siete mil millones que esgrimen y alegan sin pruebas, sus propagandistas, en otra mentira que se esboza en esta campaña.

Afortunadamente, pese a la multimillonaria campaña publicitaria fracasada, porque la mentira tiene patas cortas y al final la verdad se impone, la mayoría de la población panameña rechaza categóricamente, según serios estudios de opinión que se han realizado, un eventual contrato que es igualmente leonino y antinacional, como el que fue declarado inconstitucional por la Corte Suprema de Justicia, sólo que, la empresa minera, en forma soberbia e irrespetuosa, anda con su alforja ofreciendo comprar la conciencia de los diputados que estén dispuestos a traicionar a la patria.

¡Así de sencilla es la cosa!

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