Miguel-Montiel Guevara 27-10-2023
¿Cómo se resuelve este acertijo? Todos conocemos las consecuencias de las pugnas entre los poderes del Estado. Juicio de presidentes por asambleas, cierre de congresos por el presidente, golpes de estado por congresos, juicios de magistrados de supremas cortes por el legislativo y viceversa; así por el estilo.
¿Quién resuelve el conflicto? Un poder diferente de los tres, pero con suficiente poder para hacerlo: la fuerza pública, el poder de las armas decidiendo a cuál de los tres apoya o cómo a veces sucede, asumiendo todos los poderes. Debo aclarar que no hago apología del golpe de Estado, aunque eso parezca o se interprete así. Mi punto es que la fuerza pública comparta y asuma responsabilidad en las decisiones de gobierno. No sea simple mandadero de los poderes. Fue lo que dijo el Gral. Omar Torrijos después de su experiencia en cerro Tute. Son hechos históricos.
El poder soberano del pueblo en el intríngulis de su laberinto.
Pero, ¿es correcto que sea así? No. La fuerza pública no puede ni debe actuar sin base legal que legitime su acción. Debe hacerlo acatando la Constitución de la República, por lo que, al igual que los demás poderes, debe responder por sus acciones. En anteriores escritos he señalado que debe ser parte del Gabinete con derecho a voz, para que digan lo que piensan, porque ellos también piensan. En el caso específico del presidente de la República son atribuciones y deberes suyos, además de los que determine la Ley, cumplir y hacer cumplir la Constitución, las leyes, los tratados internacionales y las demás normas jurídicas “dentro del ámbito de su competencia”. (Entre comillas mío) Tanto él como los diputados han roto el equilibrio de poderes al desconocer el fallo de la Corte.
Ni la fuerza pública, ni los otros tres poderes están por encima de la Constitución. La fuerza pública es responsable en la práctica de hacer cumplir la Ley. La Constitución es la Ley de Leyes. De modo que, ni el Presidente de la República, ni la Asamblea Nacional de Diputados, ni la Corte Suprema de Justicia son su jefe por encima del mandato constitucional que establece su función fundamental de salvaguardarla haciendo cumplir la Ley. Aquí es cuando el acertijo se resuelve. La Fuerza Pública, el poder de las armas, entra al ruedo y hace valer lo determinado por los otros tres poderes.
¿Qué pasa cuando esas determinaciones se enfrentan, como está ocurriendo por lo del contrato minero? La fuerza armada se equivoca al respaldar tanto al Presidente como a la Asamblea porque la materia que lo involucra corresponde a la Corte Suprema de Justicia cuya responsabilidad es suya y no del presidente y ni de los diputados. Ellos están violando en este punto la Constitución de la República al desconocer el fallo de la Corte sobre el mismo. La fuerza pública debe respaldar a la Corte Suprema de Justicia. No hacerlo es violar ella también la Constitución. Los otros poderes aceptar y acatar lo resuelto. Así se respeta y defiende la democracia, aunque sea electorera como la actual. Sea.