Juan Jované
El reciente Análisis de Amenazas Microfinanciera Para el Sistema Bancario Nacional publicado por la Superintendencia de Bancos (SBP), no solo hace parte de la campaña de desinformación que busca salvar el estilo de desarrollo minero – extractivista. El mismo, a nuestro juicio, también muestra el interés del capital financiero externo y local, de provocar una difícil situación económica en Panamá, con la finalidad de restablecer plenamente su dominio sobre nuestra política económica y social.
Es interesante destacar que el documento de la SBP desde su inicio intenta colocar a la explotación de Minera Panamá S. A. como el sector básico, fundamental e indispensable del funcionamiento de la economía nacional. Es así, que, en el primer párrafo del documento, luego de reconocer que la economía ha mostrado “números positivos”, se asegura que “dicho desempeño ha sido impulsado en gran medida por el efecto contributivo de la actividad minera en la economía”.
Se trata de una afirmación que no se sostiene sobre los hechos, por lo que su finalidad parece más política que científica. De hecho, si tomamos las cifras del año 2022, mientras la economía, de acuerdo al Inec, creció en su totalidad en 10.8%, la explotación de minas y canteras solo lo hizo en 6.3%, cifra muy inferior a otros sectores como el comercio, la construcción, el transporte y los hoteles y restaurantes, entre otros. Más aún el aporte de minas y canteras al total del crecimiento absoluto de ese año fue de apenas 2.4%.
Las estadísticas del Inec para el primer semestre del 2023 muestran una realidad similar. En este caso el crecimiento de la actividad de minas y canteras solo fue de 7.0%, frente a un crecimiento del conjunto de la economía del 8.8%. Entre los sectores más dinámicos que el del sector de minas y canteras están los siguientes: construcción (26.4%), transporte y almacenamiento (12.5%), comercio (11.5%). En el período bajo análisis la actividad de minas y canteras solo aportó el 2.2% al crecimiento absoluto del PIB.
El documento de la SBP no solo intenta, de manera claramente inadecuada, darle a la minería a cielo abierto el carácter de sector clave de la economía nacional. Además, sin citar la fuente concreta, lo que es insólito para un documento como el analizado, pasa a proponer, como verdad absoluta e irrefutable, la supuesta importancia que tendría en el PIB y el empleo la explotación de Minera Panamá, utilizando las cifras del documento de Indesa, las cuales han sido ampliamente criticadas y puestas en duda por sesgadas.
La intención del documento bajo análisis se hace más clara cuando el mismo, en base a las premisas anteriores, plantea que, de cerrarse definitivamente las actividades de Minera Panamá S. A., nuestro país tendría que soportar lo que podríamos llamar las siete plagas de la economía. Se perdería el grado de inversión, se encarecería y se reduciría el crédito, se elevarían los precios, se estancaría la economía, se generaría un inmenso nivel de desempleo, no se tendrían recursos para apoyar a los más vulnerables y a la educación, el seguro social prácticamente colapsaría, los inversionistas externos dejarían de llegar a Panamá, etcétera.
Lo que el documento de la SBP oculta cuidadosamente es que Panamá tiene una forma efectiva de balancear sus finanzas públicas, evitando la pérdida del grado de inversión: combatiendo la evasión de impuestos por parte del sector corporativo, lo que elevaría los ingresos públicos de manera muy significativa. De acuerdo a datos de la DGI dicha evasión se podría calcular para el año 2021 en B/. 7,838.6 millones, es decir el 11.6% del PIB. A esto se debería agregar el impacto de la corrupción, que puede alcanzar hasta el 4.0% del PIB (B/.2,703.0 millones).
Esto nos pone en capacidad de entender con mayor profundidad la intención del documento de la SBP. Se trata de crear, en un proceso coordinado con los medios de comunicación de los sectores económicos dominantes, de una narrativa sostenida en un análisis técnicamente defectuoso, que sirve a varios fines específicos.
En primer lugar, se trata de intimidar y amenazar a la población a fin de intentar que ésta por temor abandone la conquista que ha significado la Ley de Moratoria Minera y la declaración de Inconstitucionalidad del Contrato Minero. Más allá de esto, se intenta convencer a la población que no tiene sentido la protesta social. Es así que en sus conclusiones el documento de la SBP afirma que “definitivamente los acontecimientos sociales traerán un impacto negativo a la economía, como también al sistema bancario.” El documento también afirma que “los problemas sociopolíticos del 2022 y el 2023 han frenado el desarrollo económico”.
Si se tiene en cuenta, como lo ha destacado Robert J. Shiller (Nobel 2013) que las narrativas provocan consecuencias económicas, se puede destacar que la generada por la SBP podría tener efectos negativos, pese a su pobre base científica, sobre el futuro del propio Sistema Bancario Nacional. En efecto, la visión catastrofista sobre el futuro de la economía panameña podría tener efectos inconvenientes sobre dicho Sistema. Pareciera ser, a nuestro juicio, que lo que se busca es generar un grave problema económico en el país, cuyo peso sobre la población la lleve a aceptar como inevitable la sumisión a los sectores económicamente dominantes locales y externos.
Es importante insistir, como lo hemos hecho en otros artículos, que existe un futuro brillante y sostenible para nuestra economía. Se trata de evitar los sectores que producen un alto impacto ambiental y promover los que sean amigables al ambiente. Es sobre esa base que debemos anular la narrativa de quienes no representan los intereses de la Nación.
Diciembre de 2023
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