El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
El dilema se centra en; alinear aún más la gobernanza hacia la derecha y control absoluto de la oligarquía o llevar o alinear al estado hacia una gobernanza democrática con mayor equilibrio social.
He aquí el dilema.
Por Ramiro Guerra M.
Abogado Y Cientista Político.
Los Candidatos de la Minera
Dicen algunos candidatos que el pueblo es la base de un gobierno democrático; gobernar dialogando y consultando así debe operar una democracia.
Sin embargo, esos mismos candidatos están comprometido con First Quantum. Uno llegó a decir que, un nuevo contrato, le propiciará ingresos para llevar a cabo algunas de las promesas que hace; otro dice estar contra la minería a cielo abierto, pero su candidato a la vicepresidencia es un un ferviente defensor de First Quantum. Otro está alineado con el proyecto de sembrar explotación minera en todo el territorio nacional. Otro sugiere una consulta nacional para que sea el pueblo que decida sobre la industria extractiva. Todos ellos pasan por alto, que el pueblo rechazó la minería a cielo abierto y la Corte Suprema de Justicia, en su fallo dejó claro la inviabilidad de la minería a cielo abierto.
Objetivo es reconocer que tres candidatos han sido claros al plantear que la minería no va, entre ellos, la profesora Maribel Gordón, Martín Torrijos y Zulay Rodríguez.
Los candidatos que confrontan la minería a cielo abierto
Los primeros son cautos y evitan entrar en el tema de los ajustes que se requieren en la economía. A leguas se nota que; tienen compromisos, con sectores de poder económico. Además, que no es de extrañar que First Quantum, le suministra clorofila. Hay demasiada evidencia que indica la presencia de una una mano peluda de First Quantum en el proceso electoral panameño, mismo que es un asunto de privativa competencia de los ciudadanos panameños.
Debatir si el gobierno lo ha hecho bien, es una necedad, en el sentido que, la percepción de los panameños, es que esta administración ha sido un desastre y sus resultados no mienten.
Observo como el candidato en su esfuerzo de defender el desastre, hace gala de un surrealismo, de una percepción virtual, que no es la realidad. Gabriel García Márquez, nos deleitaba con su realismo mágico, pero este candidato nos hace repugnar ante su surrealismo enlazado entre las malezas de la perversión.
Sigue con la necedad de que este pueblo es PRD. Trata de soslayar, que el partido que fundó Omar Torrijos, ya no existe.
Ese partido involucionó hacia un partido más, al estilo de la vieja democracia liberal. Clientelista, utilitarista y por el sendero de un flagrante oportunismo de derecha.
El PRD, atravesó los mismos senderos del PRI mejicano. Lejos de los principios y orientaciones de uno de sus mentores, el carismático Lázaro Cárdenas. Terminó minado por la corrupción y el oportunismo. Y como era de esperarse, sus contradicciones, fueron la matriz para el surgimiento de alternativas más acorde con el pensamiento de Lázaro Cárdenas. López Obrador, surgió como una posibilidad de reencuentro con el viejo PRI y lo ha logrado a través de MORENA, cosa imposible si lo hubiera intentado con un PRI que involucionó.
Lo anterior, lo saben muchos de la nomenclatura del PRD, pero romper con esa realidad no le es fácil. Muchos compromisos con la administración Cortizo, y haber recibido privilegios y beneficios, los hace paralizar sus pasos, cuando les viene a su memoria aquellos tiempos en que el PRD encabezaba a un pueblo en sus luchas, que ahora reniegan.
Me decía un dirigente popular, que él le gustaría que Maribel Gordón se alzara con la victoria. Pero me dijo, que viendo esa camada de candidatos de derecha, comprometido con factores del poder económico, Martín Torrijos pudiera hacer la diferencia. Su discurso ofrece una gobernanza con sentido de equilibrio y real participación ciudadana.
El dilema se centra en; alinear aún más la gobernanza hacia la derecha y control absoluto de la oligarquía o llevar o alinear al estado hacia una gobernanza democrática con mayor equilibrio social.
He aquí el dilema.
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