El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por: Ramiro Guerra M.
Abogado, escritor y cientista político.
No se trata de una simple posición anti; nada personal contra empresarios capitalistas que inviertan y aspiren ganar. Eso es una cosa; otra los sectores oligarcas, sufren por naturaleza de gula de ganancia exorbitante. Nunca están satisfechos. Por décadas estuvieron fuera del poder y ejercían influencia. Su aspiración siempre fue tener el poder sin intermediarios.
Hoy celebran en grande que su aspiración, hoy es un hecho.
El presidente electo, el abogado, José Raúl Mulino, ha dicho que su gobierno es pro empresa, pero es una cosa y otra aparecer el presidente electo que él, es uno de esa clase oligarca. Ojalá el presidente electo lo tenga claro. Observo horizontes muy oscuros para la nación y el pueblo, conducirse como tal.
Lo he escrito, el estado debe conducirse como un eficiente mediador social y no esquinarse al lado de los intereses de la oligarquía.
No se trata de gobernantes altisonantes, de discursos de choque, sino, de real apertura democrática. En democracia, más persuasión que represión.
En teoría, se estima que el mejor escenario para el desarrollo y la reproducción del capital, es la democracia real. Un ambiente de choque y represión, congela las inversiones.
Licdo. Mulino, la oligarquía les resbala este tipo de juicios y consideraciones.
No pierda de vista, que usted resultó ganador por el voto de los sectores más empobrecidos del país. Sin embargo, el voto de la clase media y obreros del país jugaron a otras candidaturas.
Lo importante de lo señalado, es que esos sectores de los infra muros que le dieron el aval, no tienen capacidad de la espera; en tanto vean que las soluciones no llegan, comenzarán a experimentar la lógica del desengaño.
Soy de la opinión que, el primer proyecto que debe llegar a la asamblea, se relacione con la cuestión fiscal y reforma tributaria. Un empresario declaró que, en el año 2023, cerró con una ganancia de 96 millones.
Vivimos en un país, donde la desigualdad, según cociente de Gini, es una de la más grande de la región. Qué paradoja, somo un país muy rico, pero también el más pobre.
0jo, la crisis de 1968, nació en el vientre de la oligarquía. La democracia liberal representativa, perdió toda legitimidad, política y social.
¿Será que el resultado electoral de mayo, viene a constituir el punto de inflexión, que nos podrá llevar a situaciones similares?
Ojalá el presidente electo, reflexiones con este tipo de consideraciones políticas.
DIOS BENDIGA LA PATRIA.
14- 6- 2024.
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