El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por Ramiro Guerra M
Jurista, escritor y cientista político.
Tengo que confesar que; gran aliciente significó el encuentro reunión, entre CONATO Y CONUSI. Un paso en la dirección correcta, sobre todo en estos tiempos donde al movimiento sindical, les depara retos y desafíos nada fácil.
En algunos escritos y análisis sobre la realidad nacional, he venido sosteniendo que, avizoro nubarrones que preludian medidas extremas contra el movimiento popular y sobre el movimiento sindical.
Hacen algunos años, el abogado Antonio «Toñito Vargas» y mi persona, abogado Ramiro Guerra M, hicimos un esfuerzo hacia una reunión como la arriba citada. No fue posible. Sin embargo, eso no cuenta ahora. Lo importante que las dirigencias de ambas organizaciones dieron el paso hacia algún nivel de entendimiento. Conato y Conusi, son las organizaciones más importantes y beligerante del movimiento sindical nacional.
Como todos sabemos, secreto a voces alta, el sector privado sigue jalando en dirección a privatizaciones y pensiones de hambre.
Temas como el pleno respeto al derecho sindical, a los convenios 87, 98 y otros básicos como el de la no discriminación por razón de género, facilitan un espacio de entendimiento para la acción sindical unitaria. Igual, el tema salarial. Los salarios en Panamá son asimétricos. Ausencia de equidad en lo relativo a remuneraciones.
En síntesis, los trabajadores, son mal retribuidos.
Justo tengo que reconocer la madurez de la dirigente Magdalaine Escribano, coordinadora de Conato y a las centrales que la integran, quienes le tomaron la palabra a la dirección de CONUSI, para que se diera el encuentro.
Albergamos la fe y esperanza, que ese encuentro, sea el inicio para una nueva era del movimiento sindical panameño.
Claro que siempre habrá diferencias, es natural, pero cuando se trata de la tutela de los trabajadores, sea del sector privado o público, solo cabe caminar juntos y cerrando filas.
Celebro el encuentro y hay que cuidarlo como la niña de los ojos. Que nada malogre este momento de posible inflexión hacia una nueva realidad sindical.
DIOS BENDIGA LA PATRIA.
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