Victoriano Rodríguez Santos
Falta de insumos, medicamentos, sillas en el vestíbulo de los servicios de urgencias (ocasionalmente enfermos sentados en el piso), edificio sin el mantenimiento apropiado (como pintura, goteo y chorros de agua desde la losa superior) y ahora se le suman los ascensores dañados, mientras vehículos de la CSS son utilizados con vidrios negros y transporte cuasi personal a residenciales, pago de dietas y otros gastos.
Casi toda la semana pasada eran dos ascensores dañados, con el perjuicio para los pacientes de hemodiálisis (cuya sala queda en el segundo piso). Muchos pacientes, usan bastón, muletas o silla de ruedas, por lo que las escaleras no son la solución.
El fin de semana ya los tres únicos ascensores dejaron de funcionar. Todo gira en torno a un presupuesto mal llevado o una administración ineficiente e intocable, mientras el Director de la Caja de Seguro Social (CSS), Enrique Lao Cortés, pareciera mirar para otro lado. Huele a pretensiones de cerrar, nuevamente, los servicios de urgencia.
De tener que bajar un cadáver tendrían que hacerlo a hombro. Un espectáculo para una administración que pretende pensar que impermeabilizar la azotea, por cerca de 46,000 dólares, lo que no parece ser la solución definitiva al problema del agua que cae a chorro en la sala de hemodiálisis, porque al parecer se requiere de un techo, no impermeabilización. Otro silencio más del Director de la CSS Enrique Lau Cortés.
Esperamos que el presidente José Raúl Mulino, vea para ese lado, porque la CSS brinda solución aproximadamente al 75% de la población, los que cotizamos y los beneficiarios (que no aportan). Dios te salve, Panamá.
Ciudadano humanista y patriota.
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