Desde el gobierno le han tendido, presuntamente, una cáscara de guineo al expresidente Ricardo Martinelli.

El ministro de la presidencia; Juan Carlos Orillac, le extendió una carta de invitación al expresidente Ricardo Martinelli Berrocal como presidente del Partido Realizando Metas (RM), para que asistiera el día jueves próximo a un salón de la presidencia de la república para una reunión con el Presidente José Raúl Mulino, a sabiendas que el asilado presidente no puede deambular por el pa´si, y menos llegar al despacho presidencial por su condición de asilado político en la embajada de Nicaragua.

La sospecha que existe de parte de algunos amigos de Martinelli es que, esta nota del ministro de la presidencia fue dada a conocer el día de ayer, y exactamente una vez que visitó por varias horas el despacho del presidente, la embajadora de EE.UU. en Panamá, Mari Carmen Aponte quien estuvo acompañando a la General Laura Richardson, comandante en jefa del Comando Sur de USA, que se ha declarado enemiga de Martinelli en virtud de la declaración del Secretario de Estado Antony Blinken en que así lo afirma en un comunicado de hace un poco más de un año atrás.

Asesorado por sus abogados, el expresidente Martinelli le envió una carta de regreso donde le advierte a el ministro Orillac que, no podrá asistir a dicha reunión por su condición y a cambio envía al Roberto Henríquez como representante personal y del partido RM a esa reunión.

Queda en el aire un sabor que está por definir si se trató de un metía de pata del ministro a motus propio (autónoma) o una trampa para que, las autoridades policiales atraparan, desprovisto de su cobertura diplomática de la legación diplomática que lo alberga a quien se ha convertido en un importante factor de poder en Panamá.