ECONOMIA Y ESTADO. EL TEMA DE LA GOBERNANZA.

Por: Ramiro Guerra.

Jurista, escritor y cientista político.

 

Aspirar o pretender que el estado, funcione con principios y reglas, que rigen en la empresa privada, es un fatal error y trae consecuencias negativas para toda la sociedad.

La empresa privada obra con el cálculo y sentido de la ganancia. El estado, su prioridad es otra; la de lograr que la sociedad funciones con coherencia y eficiente equilibrio.

Un estado que priorice la economía y solo mira hacia las élites del poder económico y minimiza al resto de los sectores sociales, genera un clima saturado de contradicciones, las agudiza y conduce a confrontaciones; relega el método de la persuasión y eleva la represión como el medio de fraguar una especie de orden y seudo equilibrio. En palabras sencilla, institucionaliza la antidemocracia.

El estado, su referente no se agota con la economía, sino interpreta el interés general de la sociedad. Apunta su acción de estado, hacia los sectores y fuerzas subalternas de la sociedad.

Preocupa que a esta altura del siglo XXl, persistan tesis y teorías corporativista del estado.  Estas concepciones constituyen una ruptura radical, con la concepción de un estado, que tienda a generar armonías y consensos.

Lo anterior, no contradice el hecho, de que el estado, todos sus escenarios superestructurales, facilitan el orden y la reproducción del sistema por su base material. Pero, se trata de una relación que da cuenta de niveles no necesariamente de correspondencia y armonía. (se abren periodos de crisis).

He escuchado al sr. Presidente aducir que, su gobierno es uno cuya referencia esta por los lados del sector privado. Esta afirmación, llevada a la realidad, tenderá a generar desequilibrios y crisis.

No hay que ser estudioso de la teoría del estado, para comprender que, semejante afirmación, por si sola, genera aspavientos y conduce a debilitar la legitimidad material, de los que administran la gobernanza.

Por lo anterior, resulta preocupante el giro que tome la política y la gobernanza; podría conducir peligrosamente a escenarios realmente no democráticos.

Reitero, el estado, su administración, funciona con principios y reglas, muy distante del sector privado de la economía.

Dios bendiga la patria

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