Victoriano Rodríguez Santos
Es necesario recordar a los Diputados de la cual hoy, la mayoría son nuevos, que con antelación y hace más de una década se escogía de los candidato a Contralor, Defensor del Pueblo y otros que corresponde a la Asamblea, además de los méritos académicos, por la exposición ante la Comisión de Credenciales. Prácticamente obligatoria.
Posteriormente producto de los «ungidos», que siempre han existido, cambiaron la tónica y simplemente analizan la Hoja de Vida (donde muchos diputados quizás no la vean, pero votan).
Pecado mortal para la escogencia del Contralor General de la República, porque su «…misión es fiscalizar, regular y controlar los movimientos de los fondos y bienes públicos, y examinar, intervenir y fenecer las cuentas relativas a estos.»
Las entrevistas que adelantan los diputados de la coalición VAMOS parecen surtir el efecto esperado. Es lo más adecuado, por lo que se debe aplaudir la iniciativa, no obstante la población debe exigirles ese proceso al pleno.
Señores diputados, casi todos ustedes son nuevos, independientemente el partido político o libre postulación. Ese es un mensaje de la ciudadanía. Hacer su trabajo con corrección, transparencia y honestidad. El soberano habló. Es necesario acogerse al mandato del soberano. Así como no hubo reelección, no mas ungidos.
En el 2019 se impuso un Contralor, pero su función hoy es cuestionada, esa responsabilidad también compete y debe ser solidaria con cada uno de los diputados que le consintieron con el voto.
La fiscalización o Control Previo, es la columna vertebral de la Contraloría General, máxime cuando los fiscalizadores pudieran recibir llamadas telefónicas o amenazas de sus propios jerarcas o sencillamente ser rotados por hacer bien su trabajo.
La fiscalización no se aprende en ninguna universidad, es la práctica cotidiana, la escuelita interna anteriormente llamada «la externa» (hace lustros desaparecida), la que nos hizo fuerte, enseñándonos y profundizando conocimientos e hizo grande nuestra Institución, razón demás para que el escogido como Contralor sea o haya sido un funcionario de experiencia, expresión critica en educación y formación, en la Contraloría General.
Grandes hombres hicieron grandes cosas, Damián Castillo Durán (Ñan Castillo), con la inserción de tecnología y funcionarios recién graduados de secundaria, llevando mentes frescas, cuasi virginales al aprendizaje y Rubén Darío Carles (Chinchorro), que profundizó el carácter de fiscalización, a través del Control Previo, fortaleciendo el respeto y honestidad que nuestros funcionarios y la institución merecían. Hoy, desdichadamente, todo ha cambiado.
El gran reto, para el nuevo Contralor es el combate a la corrupción, venga de donde venga y levantar la imagen de la Contraloría. Caída, desnutrida y prácticamente destruida. Solo quien conoce el monstruo por dentro tiene posibilidad de hacer las adecuaciones necesarias.
Finalmente, la acción emprendida por la coalición VAMOS es justa y necesaria, prácticamente obligatoria. Dios te salve, Panamá.
Economista, educador, humanista.
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