Existen propuestas serias desde los trabajadores organizados para salvar la CSS y sus respectivas sustentaciones financieras.
Por: Víctor Collado
Hoy, pero hace 214 años, retumbaron las campanas en Dolores, Guanajuato, México, y la verbo premonitorio del cura Miguel Hidalgo y Costilla apuntó el camino hacia la autonomía del país norteño.
Algo igual o parecido tendremos que hacer en Panamá. para salvar la CSS en momentos que la Institución se acerca s su otra hora cero, corriendo 83 años de su vigencia.
El sr. Presidente pretende que las reformas a la CSS queden finiquitadas para fin de año ya que, de seguro, necesita limpiar camino para otros planes en el 2025.
En este plan ya se cumplieron 2 fases:
1. Reuniones «one way» y separadas con distintos sectores vinculadas con el CSS, de donde se habrían obtenido insumos para la propuesta oficial con la desventaja de saberse poco del gobierno pese a que JR prometió decir cómo esta la Caja y a dónde se quiere llevarla, y
2. El nombramiento del nuevo Dir. Gral. de La Caja de Seguro Social.
No dejan de tener importancia 2 aspectos:
1. El método para acordar las reformas, y
2. El contenido de las reformas.
Sobre la manera para aproximarse a las reformas, el Ejecutivo rechaza el diálogo ya que esa fórmula no le cuadra con su objetivo puntual de una reforma para el 2024 lo que explica su anuncio de convocar a sesiones extraordinarias a los Diputados para noviembre y diciembre.
El sector social postula la idea de diálogo de trabajadores y empleadores, esencialmente, para convenir puntos de acuerdos sobre la Ley del seguro social. En este escenario las reformas tendrían que presentarse en la AN antes del 31/10 porque ese día los Diputados entran en vacaciones hasta el 2/1/25.
Dejando de lado la semántica porque diálogo es sinónimo de conversación, pero en su realización son antónimos, el choque de trenes entre el sector social con los planes del gobierno tendrá a centrarse en los contenidos de las reformas en el marco de la metodología de trabajo a utilizarse a partir de mañana 16 en el objetivo de generar posibles acuerdos sobre las reformas.
Los mesas para las conversaciones serían, una, servicios de salud y, otra, del IVM.
Habrá que ponderar 2 dificultades en este programa de actos:
1. La personalidad autoritaria del Presidente, quien dirigirá, mayormente, las conversaciones y el hecho (no neutral) que las discusiones tendrán como sede la presidencia, y
2. El actuario Mon, convicto capellán de las paramétricas, llega a la dirección de la CSS para hacer una tarea que ya confesó.
El Gobierno ha repetido que no se privatizara la Institución y probablemente sea cierto en su conjunto porque hay maneras de hacerlo solapadamente y, además, porque al sector económico-privado, al que pertenece el sr. Presidente, no les interesa asumir los problemas de la CSS aunque se decantan por los negocios que se pueden hacer con las planilllas, programas y recursos de la seguridad social.
Los servicios médicos atienden necesidades populares incuestionadas si bien muchos de ellos no requieren una modificación legal.
Pero viendo la manera que el gobierno los proyecta, pareciera estar buscando una simpatía general para, luego, reducir el impacto por reformas regresivas en el IVM que es, por si mismo, complejo, fuertemente técnico y el verdadero nudo gordiano para el futuro de la CSS.
Para el CONATO la propuesta es de una REFORMA INTEGRAL a la Ley orgánica de la CSS de forma que se asegure un régimen de pensiones solidarias y una institución transformada en el resto de sus aspectos.
Habrá que esperar, ahora, la lista de actores y la metodología del trabajo que se empleara a partir de mañana lunes.
Dicho lo anterior, y a partir de otras entregas de la Opinión Dominical, le seguiremos los pasos a la forma y fondo de las reformas a la CSS.