El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por: Ramiro Guerra M.
Abogado, Escritor Y Cientista Político.
A diario, el problema de la falta de agua potable, es noticia, a lo largo del territorio nacional. A lo anterior se agrega, déficit de viviendas, educación en crisis. El transporte colectivo, dando que hablar a diario. Calles y carretera en condiciones deplorables.
El sistema de salud, no se queda atrás. Servicios deficientes que raya en lo inhumano.
El listado es mucho más grande. A donde nos conduce este listado. Sencillo, la calidad de vida de los panameños, es muy pobre.
Sin embargo, hay una franja de panameños, que viven en la opulencia y servicios de calidad.
Nuestra economía induce a procesos de acumulación concentrado de riquezas en pocas gentes. Las riquezas que genera el esfuerzo laboral y empresarial, no bajan lo que nos coloca como uno de los países de mayor desigualdad social.
Será iluso, pensar que la administración pública por si sola pueda abordar el panorama descrito. Sino se generan políticas para propiciar transferencias de recursos de los ejes de la economía que acumulan a grandes ligas hacia los sectores más empobrecidos del país.
Hay herramientas para apalancar estos procesos de transferencia, verbigracia, la reforma tributaria progresista.
Los panameños estamos cansados de tanto cuento. La calidad de vida no mejora.
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