Juan Carlos Mas C. médico
Notas Para el debate: El reciente pronunciamiento voluntario de un sinnúmero de funcionarios de Salud en apoyo del proyecto de ley 163 denota el intento de presentar la construcción de un apoyo o coro en soporte del proyecto de marras. ¿Está aislado o tiene grupo el jefe del Ejecutivo? Constatamos un giro de posiciones en torno al eje regidor del debate marcado por el presidente. El mandatario luce una férrea defensa constituida por figuras clásicas club-unionistas que desplaza a los allegados al poder parlamentario y al expresidente. En ese sentido la construcción de una presunta unanimidad de funcionarios de salud urgiendo la terminación y aprobación del debate es una manera de camuflar una soledad ostensible. Lo anterior obliga a una serie de consideraciones que exponemos. El articulado del cuerpo de normas sanitarias alberga un conjunto de condena la propaganda engañosa y en tal sentido puede considerarse que la diseminación de supuestas corridas -no mostradas- que anticipan una quiebra del Seguro Social incurre en la difusión de alarmismo. En situaciones de amenaza, miedo o incertidumbre, las personas pueden reaccionar de forma instintiva huyendo o peleando. Los alarmistas pueden tomar acciones sobre reaccionadas, como acaparar, lo que puede poner en riesgo lo comunitario. El alarmismo se relaciona con hechos escatológicos o apocalípticos, y se suele difundir a través de los medios de comunicación para generar confusión
Lo institucional de la CSS: El debate de lo puramente técnico parece ir agotándose por el abrumador despliegue de correctas y bien fundamentadas objeciones técnicas que hacen lucir al documento propuesto como un espantapájaros maltrecho sostenido en un palo en medio de una llanura. ¿Es un error técnico o hay contumacia? Pero, ¿cuál es la concatenación de errores y malas intenciones? Debemos ir a la génesis, que es la ley 51, como causa inicial, común, desencadenante y agravante de la crisis actual. Aquel acto incompleto fue aceptado por sus proponentes como causa eficiente que debía conducir a la crisis actual. Sus proponentes eran sabedores que eso pondría contra las cuerdas a las jubilaciones de beneficio definido que son las aceptadas como seguras por la población; luego les bastó esperar que el petardo, al cual se le había activado la espoleta, hiciera su trabajo al cabo de los años. No obstante, la unidad actual en el rechazo es visible y más allá de lo puramente técnico la gente exige dirimir responsabilidades políticas y civiles. Es imperioso exigir responsabilidad civil y penal a quienes sembraron la crisis para cosecharla en su estado actual con el producto de masas empobrecidas y con escaso sustento. El cuerpo de normas sanitarias penaliza situaciones análogas. En el trio de proponentes propiciadores de aquel entonces figura a la cabeza y subsiste el recientemente ungido director general.
Lo político: El presidente se autoimpone un tiempo perentorio hasta el 31 del presente mes. Si no lograra imponer su cronograma su propia estabilidad estará cuestionada. Los impulsores de la propuesta reformadora de la Caja de Seguro Social pretenden que a partir del 17 del presente mes inicien las sesiones formales que conduzcan a la aprobación. En el aspecto técnico la ofensiva de la propuesta del poder ejecutivo está derrotada y esto da lugar a los posicionamientos en los frentes políticos lo cual puede afectar la estabilidad del régimen que ya no tiene nuevas ofertas salvo proseguir la rutina administrativa.
Lo institucional del país: La alta dirección del gobierno por su carácter de auspiciadora del error, concentra una responsabilidad que le puede hacer perder su sostenibilidad al fracasar su propuesta. Esto sucedería por lo inviable, poco factible o Impracticable de aquella. Toda vez que su formulación de temas muy debatidos es el eje propositivo de su poder, este se vería amenazado porque que perdería su capacidad de introducir el tema minero y del manejo de reservas hídricas. La asamblea debe considerar la designación de un vicepresidente para estar preparada para casos de inestabilidad previsible. ¿Qué mecanismo de sustitución existen? Es necesario airear este tema revisando el caso del expresidente Ricardo Adolfo de la Guardia.
Lo estratégico: Para las fuerzas sociales nacionales y populares el trazar un horizonte para la movilización -o norte de lucha- que trascienda lo contingente no es irreal. Por lo anterior la concepción de que en el seno de la seguridad social se albergue un banco obrero de fomento y desarrollo es un horizonte que se comporta como estratégico.