El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por: Ramiro Guerra M. Abogado y Cientista Político.
No se discute el poder y las facultades de ese órgano del estado. Pero si genera malestar, que un documento de reformas consensuado en la sociedad civil y política, donde estaban los partidos políticos, les resbala a la asamblea. No se necesita hilar muy delgado, lo que significa aumentar los subsidios privados a 20 millones para candidaturas presidenciales. Se están creando las condiciones para el control del poder por parte del poder económico, aún más de lo que ha venido ocurriendo. Con el argumento de que fueron elegidos para hacer leyes, hacen y deshacen.
Cierto que la política es un juego y rejuego de intereses, pero tiene que haber algo de ética, para que ella no nos lleve al pantano de intereses mezquinos, egoístas y personales. Las reformas electorales no pueden estar jalonadas para escenarios clientelistas, perversos. Estas cosas no son casuales; están bien pensadas. Entiendo el malestar del magistrado Heriberto Araúz, un jurista a carta cabal y de convicciones democráticas.
Reformas electorales que hechas por la asamblea, moldean un concepto de democracia marcada por el signo del dinero. Como bien lo señala, el Dr. Vitelio Desgracia, esto de la asamblea , ya no se soporta. Nadie le pone alto. Un ejecutivo tímido y un órgano judicial, temeroso cuando de diputado se trata.
Seguimos en los prologo menos de una patria signada por todo tipo de desaciertos , oportunismos y trampas. El cinismo institucionalizado. Un debate de reformas electorales , muy lejos de lo que es una democracia de real participación y protagonismo ciudadano.
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