Por: Juan Jované
George Akerlof, quien en el 2001 compartió el Premio Nobel de Economía con Stiglitz, junto a Robert Shiller, quien obtuvo este galardón en el 2013, en su libro Phishing for Phools, llaman la atención sobre cómo el poder económico ejercido sobre las decisiones políticas es un elemento que facilita la evasión.
En América Latina y el Caribe la CEPAL ha destacado que las “las pérdidas tributarias debidas a la evasión fiscal son asombrosas”, insistiendo en que revertir esta situación es una condición necesaria para elevar el espacio fiscal de las economías, lo que permitiría avanzar hacia las metas de la Agenda 2030 para el Desarrollo, así como para facilitar la recuperación de las economías del Área.
Desde el punto de vista ético la voz del Papa Francisco ha sido muy clara. El Santo Padre no solo ha afirmando que “pagar los impuestos es un deber ciudadano”, también afirmó que “los que no pagan impuestos no solo cometen un delito, si no un crimen; si faltan camas y aparatos de respiración es culpa suya”.
En Panamá el problema de la evasión fiscal por parte de las empresas que operan en el país es escandaloso. Esto se puede apreciar en la irregular captación del impuesto sobre la renta de las personas jurídicas, así como en el caso del ITBMS, dado que los empresarios son los responsables primarios de su recaudación.
De acuerdo a la información suministrada por la Dirección General de Ingresos, la que ahora está disponible para el período 2009 – 2019, durante este período el incumplimiento tributario, es decir la evasión, del impuesto sobre la renta de las personas jurídicas alcanzó la enorme suma de B/. 34,788.3 millones. En términos porcentuales en cada año en promedio esta evasión alcanzó el 6.4% del PIB.
Se destacan los años 2018 y 2019 donde la evasión del impuesto sobre la renta de las personas jurídicas alcanzó a B/. 4,722.3 millones en el primero de estos años (7.3% del PIB) y B/. 5,788.3 millones (8.2% del PIB). Nos encontramos, entonces, con un fenómeno cada vez más radical.
En el caso del ITBMS la evasión acumulada entre el 2009 y el 2019 fue de B/. 11,455.0 millones. En este caso el promedio anual de la misma alcanzó a 2.0% del PIB. El monto de pérdidas para el Estado en el último de estos años fue de B/. 1,189.3 millones.
Teniendo en cuenta en conjunto la evasión del impuesto sobre la renta de las personas jurídicas y del ITBMS, ambas responsabilidad de los empresarios privados, se observa que entre el 2009 y el 2019 está totalizó en B/. 46,243.3 millones. Este monto, para dar una idea de su magnitud, equivale a 1.8 veces la deuda pública acumulada hasta el 2019.
Si se toma como referencia el año 2019 la evasión tributaria de los empresarios panameños en los rubros analizados llegó a B/. 6,519.1 millones, lo que equivale al 10.0% del PIB. La intensidad del fenómeno queda clara teniendo en cuenta que el promedio para América Latina y el Caribe, que la CEPAL considera asombroso, es de 6.1%.
La conclusión es evidente: en Panamá se práctica la irresponsabilidad social empresarial.
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