Julio César Alvarado, Dirigente Político y Social de bases Torrijistas.|

Por: Elías Ríos Vega

Desde que lo conocimos siempre mantuvo su afán revolucionario y por los cambios que según él deben darse de manera violenta y muy resueltamente la lucha política en todas las formas y en todas las vías correspondientes. El estaba muy convencido y lo manifestaba resueltamente con mucha convicción que la lucha armada era la fórmula más concreta y específica para hacer los cambios del estatus de atraso, dependencia de explotación de nuestro pueblo. Le conminamos que la lucha en la coyuntura era por la transformación de la educación, y también la lucha reivindicativa social y política en la sociedad y como fin fundamental en el momento de la década del 70 era la lucha por la integración, dignidad y soberanía total. Cuando nos reunimos en los locales de la FEP para discutir el momento político y la problemática nacional donde era punto fundamental la reorganización del movimiento estudiantil ya el compañero Julio César Alvarado había terminado la educación media en el Colegio Richard Neumann, acto seguido trabajó en la Contraloría General de la República y se desempeñó con actitudes profesionales ejemplares.

Cuando decidimos estructurar las organizaciones de los barrios en las áreas territoriales para ir creando las condiciones para movilizar eficazmente al movimiento popular, creamos las organizaciones patrióticas de los barrios que denominamos las columnas juveniles “9 de enero”. El compañero Julio César Alvarado inmediatamente se destaca como uno de los principales dirigentes del equipo de trabajo y se consolidan las organizaciones barriales en toda el área metropolitana. Él se erige en máximo dirigente de la zona norte y posteriormente producto de ese trabajo tenaz y eficiente se alza con el triunfo de Representante de Corregimiento de Chilibre (1976-1984). No obstante, siempre mantuvo una relación y colaboración y tuvo una participación muy activa con todo el movimiento popular el cual le granjeó mucha simpatía y cariño de todos los compañeros que participaban en la lucha política y social por alcanzar mejores logros para nuestro país, sin embargo, siempre defendió la conquista del torrijismo, y el Sistema de Representación Popular de los 505 representantes de corregimientos.

En todos estos esfuerzos con el pensamiento y el sentimiento de hacer cambios legítimos en la sociedad se crean los históricos y combativos “Comandos de Liberación Nacional Rodolfo Aguilar Delgado” (COMLINRAD) comandos clandestinos que propugnaban por la lucha revolucionaria armada, fueron muchos los aspectos, hallazgos y acciones desempeñadas por ese grupo que operaba por el área metropolitana de Panamá. Es una experiencia inédita quizás no conocida por muchos, pero es una expresión genuina de jóvenes revolucionarios.

Después en sus momentos para encaminar este país por otros senderos de liberación y libertad suprema. Es en estos acontecimientos donde nos encontramos con la personalidad de Julio César Alvarado, hijo de este pueblo. En ese camino entonces se enfila en las tareas de organización del partido revolucionario democrático, lo cual lo lleva hacer miembro del Directorio Nacional. Posteriormente organizó en el área norte la resistencia a la invasión de 1989, nefasta invasión infringida a nuestro pueblo quienes los gringos le llamaron “Causa Justa”, que no fue nada bueno sino el oprobio y la pesadilla de nuestro pueblo que después de tantos años de lucha por la liberación, por la soberanía; los gringos nos invaden para imponer gobiernos oligárquicos y que respondan a sus leoninos intereses. Por todo lo anterior, despedimos a este dirigente revolucionario quien organizó la resistencia de la nefasta invasión norteamericana para imponer sus políticas neoliberales a nuestro país. No olvidemos ese ejemplo del compañero Julio Cesar Alvarado y de muchos otros que hemos despedido recientemente.

LOOR AL CAMARADA, DIRIGENTE DE LA COLUMNAS JUVENILES DEL 9 DE ENERO

HASTA LA VICTORIA SIEMPRE JULIO CESAR.