El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por: Ramiro Guerra M. Abogado y Cientista Político.
Nosotros hemos vivido esa experiencia de tener un PIB alto, sin embargo, los índices de la pobreza, su mejora ha sido imperceptible. Peor, las desigualdades se han mantenido y hasta aumentado; caso nuestro, somos unos de los países de mayor desigualdad en la región.
Crecimiento del PIB, no necesariamente implica desarrollo social sostenible. Esa suma de bienes y servicios monetariamente, medido en periodos determinado, no necesariamente traduce mejores condiciones de existencia social.
El poder económico y sus intelectuales, son reacios a discernir sobre el alcance de estas categorías y hay gobiernos que celebran pomposamente su éxito medido en término del crecimiento del PIB. No sorprende, Panamá exhiba un crecimiento del PIB; es comprensible dado las ventajas comparativas que tenemos, cuando se analizan otros países. Pero lo que no se dice, que nuestra economía es una que exhibe el mayor grado de especulación en cuanto a precio de bienes y servicios. Esta serpiente no encuentra límites algunos. El gobierno, mira para otro lado, sin reparar que el pueblo, los panameños, son los que mayor resienten el castigo de una economía francamente especulativa. La intermediación en el mercado, es decir la puesta del producto final en el mercado, igual agrava la situación de los panameños.
Igual, lo más de cuatro mil millones que se destinan a honrar deuda externa. Ya se viene hablando, de que el 2022, tomará fuerza una estanflación (recesión con disparada inflación), Pero desafortunadamente, de estos temas no se escribe y habla. Todo nos lo reducen al crecimiento del PIB. Esto también es una forma de manipulación del discurso oficial y del poder económico.
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