El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por: Eduardo A. Reyes Vargas.
La justicia en forma sencilla es para algunos la virtud de dar a cada uno lo que le corresponde.
Entendible y sencilla esta definición.
En nuestro país las instituciones responsables de impartir han sufrido un deterioro y lo más contradictorio después de una invasión, que prometió una democracia para los panameños.Los gobiernos con fuerte influencia de los militares definitivamente pueden explicar la debilidad en la aplicación de la justicia, que por cierto en nuestro país en ” democracia”, no ha sido significativa la diferencia.
Es la percepción de algunas encuestas y opiniones del pueblo.
La Corte Suprema de Justicia es el órgano estandarte de la aplicación de la justicia.
Su imagen como tal , está debilitada.
Hoy este importante Organismo está por vez primera conformada en su mayoría por cinco damas.
Su nueva Presidenta es también una dama.
Con una metodología aún por perfeccionar, para seleccionarlos, intenta al menos ser más objetiva y elegir a los mejores.
Aplicada en los últimos cincos magistrados seleccionados por el Órgano Ejecutivo y aprobados por la Asamblea Nacional.
Como ciudadano no pierdo la esperanza que nuestra Justicia recupere su imagen.
Sin justicia la democracia tambalea.
Sin justicia los desfavorecidos son los más afectados ,sin justicia el buen inversionista con compromiso social se ahuyenta.
Hay múltiples ejemplos más y consecuencias negativas de lo que ocasiona la ausencia de la justicia.
En pocas palabras, es un pilar muy importante para en alguna forma limitar abusos de los otros poderes del Estado ó de ciudadanos con gran influencia económica o política.
Muchos países han pasado por este suelo fangoso, pero con los años tienen hoy instituciones de Justicia fortalecidas, transparentes y equitativas.
En ese órgano Judicial que es la Corte Suprema de Justicia he tenido como parte de ella a Magistrada(o) como mi hermana mayor y hoy un sobrino , de los que me siento muy orgulloso.
La primera probó que con valores éticos y morales se pueden desempeñar esos cargos y el segundo, estamos seguros marchará por la misma ruta de su madre.
Creo que otros magistrados , jueces etc. también lo han demostrado, muy a pesar de las oscuridades y sombras vigentes en el poder judicial.
Riquezas externas que no se pueden probar tienen origen lícito en un país realmente democrático deben ser investigadas.
Tengo fe que la Corte se va a enrumbar por mejores caminos.
Es quizás la última oportunidad que este Órgano del Estado tiene para bajar ese hartazgo de los panameños, palabra usada recientemente por el Presidente de la Asamblea, frente al desempeño de este Poder y los otros dos que lo acompañan.
Esperemos que con la implementación de la Carrera Judicial y la urgente creación del Tribunal de Integridad y Transparencia depuren de manera científica y objetiva nuestro órgano judicial.
Que ese símbolo casi universal de la justicia, ejerza con su espada las sanciones merecidas, sus ojos cubiertos vuelvan a ser los de la imparcialidad y las balanzas signifiquen el balance en sus decisiones.
Es mi visión como ciudadano.
Respeto las opiniones contrarias.
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