El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Jaime Flores Cedeño
Moneda conmemorativa del primer centenario de la Doctrina Monroe que tanto daño le ha ocasionado a América Latina, mismo que se refleja en esa moneda.
Los 200 años de la doctrina Monroe (1823-2023) debe servir para hacernos reflexionar sobre nuestro pasado, presente y futuro, tomando en cuenta los intereses hegemónicos de los USA, en América Latina. La doctrina atribuida al presidente de los USA, James Monroe (1817- 1825) se produce en momentos en que los ejércitos del Libertador Simón Bolívar marchaban victoriosos en Sudamérica y ante la posible unión de naciones europeas- monárquicas, que pretendían reconquistar los territorios liberados.
La doctrina tiene sus antecedentes mucho antes, como consecuencia del expansionismo estadounidense. Ejemplo fueron las palabras de Thomas Jefferson, presidente de los USA (1801-1809) cuando manifestó en uno de sus discursos manifestó que:
“Nuestra Confederación debe ser considerada como el nido desde el cual toda América, así la del Norte como la del Sur, habrá de ser poblada. Mas cuidémonos de creer que interesa a este gran continente expulsar a los españoles. Por el momento aquellos países se encuentran en las mejores manos, y solo temo que estas resulten demasiado débiles para mantenerlos sujetos hasta que nuestra población haya crecido lo suficiente para írselos arrebatando pedazo a pedazo”.
En estos 200 años de la doctrina Monroe debemos honrar el pensamiento antiestadounidense de Bolívar, quien desde muy temprano observó los verdaderos intereses de los USA y plantea la iniciativa de convocar al “CONGRESO ANFICTIÓNICO DE PANAMÁ” en 1826, el cual tendría en su agenda debatir acuerdos de unidad y defensa continental, que le hicieran frente de manera esencial a los USA.
Una frase que el movimiento estudiantil y popular debe plasmar en placas, tanto en universidades, escuelas,
“Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad”.
Muchas fueron las naciones de América Latina, que sufrieron la embestida de la armada de los USA. Uno de estos fue México, que perdió casi las 2/3 partes de su territorio en una guerra provocada por los USA, que trajo sangre, luto y dolor. Los USA en este afán de dominio pactó con la Nueva Granada el Tratado Mallarino- Bidlack, 1846, que permitiría el libre tránsito de estadounidenses por el Istmo. Todo ello, trajo consecuencias nefastas como la que aconteció con el “INCIDENTE DE LA TAJADA DE SANDÍA” y las múltiples invasiones de sus tropas durante el siglo XIX.
Todas las naciones de América Latina, sin excepción han sido víctimas de la doctrina Monroe, pero así mismo se ha ofrecido resistencia a la política imperialista por parte de trabajadores, estudiantes, indígenas, intelectuales y grupos armados, que han tenido memorables victorias, como se dio en Cuba en 1959, bajo el liderazgo de Fidel Castro (por mencionar un solo ejemplo).
Estos 200 años de la doctrina Monroe, le ha tocado a Panamá tener que lidiar con una embajadora puertorriqueña, que ignora o desconoce la palabra Patria y Dignidad (le recomendamos leer la biografía de Pedro Albizu Campos y Lolita Lebrón, dos verdaderos patriotas de Puerto Rico) y se ha dado a la tarea desde que llegó al país de pronunciarse sobre eventos nacionales, como un acto abierto de intervencionismo, que ha sido repudiado a nivel nacional.
Estos 200 años, deben servir para reafirmar como país nuestro patriotismo y manifestar nuestro rotundo rechazo a la política de intervención de la Embajada USA, que lesiona la soberanía nacional y atenta en contra de la historia de lucha del pueblo panameño por ser libres e independientes de cualquier tipo de dominación extranjera.
*Abogado, profesor de filosofía e historia
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