Por: José Dídimo Escobar Samaniego
Fidel Castro Ruz, un gigante en la guerra de la Ideas, Un guerrero invencible, porque lo animó siempre, el amor por su pueblo y la humanidad entera.
En abril de 2016, el comandante Fidel Castro Ruz, en una reunión del Partido Comunista de Cuba y al pueblo cubano expresó lo siguiente: «Pronto deberé cumplir 90 años, nunca se me habría ocurrido tal idea y nunca fue fruto de un esfuerzo, fue capricho del azar. Pronto seré ya como todos los demás, a todos nos llegará nuestro turno, pero quedarán las ideas de los comunistas cubanos [···] como prueba de que en este planeta, si se trabaja con fervor y dignidad, se pueden producir los bienes materiales y culturales que los seres humanos necesitan [···] Y debemos luchar sin tregua para obtenerlos». En febrero de 2016, su hermano mayor Ramón, conocido por muchos panameños que les gusta la ganadería, porque dirigió una extraordinario programa en el Valle de Picadura, había muerto a la edad de 91 años.
Fidel Castro visitó Panamá por primera vez a principios de abril de 1948, cuando era dirigente estudiantil de la Facultad de Derecho de la Universidad de la Habana e iba para Bogotá a reunirse con el Líder del liberalismo colombiano el Dr. Jorge Eliécer Gaytán, reunión que no pudo darse porque las fuerzas oscuras de la oligarquía colombiana asesinaron cobardemente a Jorge Eliécer minutos antes de la cita con Fidel y eso conmocionó a todo Colombia que, entró desde ese instante en una guerra civil llamada el bogotazo, de la cual ahora, después de 76 años se hacen esfuerzos para finalmente pacificar a ese país.
Fidel en sus planes se dirigía después de a Cartagena donde se escenificaría la formación de lo que ahora conocemos como la OEA y él expresaría la oposición de la juventud y estudiantes cubanos a tal pretensión comandada por el coloso del Norte.
Fidel, cinco años después, organizó el asalto al cuartel Moncada, principal bastión del dictador Fulgencio Batista que, sometían con el guiño de aprobación y respaldo abierto de EE.UU. al pueblo cubano a la más férrea represión imaginable.
Fidel fue apresado y luego en su defensa produce una extraordinaria obra político jurídica que se llamó “La historia me absolverá”, Fue condenado, pero sale de cárcel y regresa a las montañas de Cuba y el 1 de enero entra a la Habana triunfante, destronando a la dictadura batistiana y abriendo un camino revolucionario para la isla.
Fidel tuvo que hacerle frente a cientos de atentados contra su propia vida, pero Estados Unidos se propuso destruir desde su inicio a la revolución cubana. A solo dos años de existencia de la Revolución, lidiando con muchos problemas del pasado batistiano, EE.UU. organizó un gran desembarco por Bahía de Cochinos que fue una operación de la CIA y la Marina de Estados Unidos para derrocar al gobierno de Fidel Castro en Cuba en 1961. La invasión fue un rotundo fracaso, por la decisión inquebrantable del pueblo cubano de defender su revolución y desde luego, tensó aún más, las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
Un año antes de esa Invasión norteamericana, el Subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, Lester D. Mallory, del 6 de abril de 1960, en su informe secreto al gobierno norteamericano en el que reconocía el gran respaldo popular a la revolución y a Fidel, después de haber realizado una visita en detalle a la Habana escribió lo que a su juicio debería ser el plan para destruir el nuevo gobierno de Cuba y textualmente dejó esta perla: “ hay provocar el desengaño y el desaliento mediante la insatisfacción económica y la penuria (…) debilitar la vida económica negándole a Cuba dinero y suministros con el fin de reducir los salarios nominales y reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”.
Después del fracaso de la Invasión de Bahía de Cochinos, el gobierno de USA impuso a Cuba, desde entonces, un Criminal Bloqueo con el propósito de lograr la caída de la revolución tal como lo recomendaba Mallory, pero la conducción de Fidel y su liderazgo mundial lejos de disminuir, se agigantó.
El pueblo cubano carga sobre su espalda la criminal, cruel y cada día más aislada política del bloqueo que, ha sometido a todo el pueblo de Cuba a una existencia limitada en bienes materiales pero abundante en dignidad y honor.
Fidel Castro y la revolución cubana apoyaron de una manera extraordinaria a la lucha panameña por la conquista de la Soberanía Nacional y la recuperación del Canal.
Los patriotas panameños no olvidaremos la solidaridad cubana, ni tampoco la amistad entrañable entre Omar Torrijos y Fidel Castro y la revolución cubana, de quien teniendo limitaciones, nunca pusieron condiciones para abrirnos las puertas de todos los hombre y mujeres del mundo que anhelamos un mundo mejor en donde la dignidad humana, como decía Martí sea la primera ley de nuestras repúblicas.
En este octavo aniversario de su partida física, nuestra solidaridad con el pueblo y gobierno cubano que son víctimas de una decisión política imperial que lleva sesenta y cuatro años imponiéndose por la fuerza y huérfana de toda razón, pero la resistencia es mayor y bien lo decía Torrijos, “no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista”.
El lunes 25 de noviembre de 2024, se celebrará una cantata a 6 de la tarde en el local de GECU contiguo a la Universidad de Panamá, para celebrar la vida del Comandante Fidel y su legado a la Humanidad.
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