Por: Gonzalo Delgado Quintero
Me inclino en pensar que fue un acuerdo secreto. Ya se habían dado reuniones previas, incluso hubo encuentros fuera de Afganistán para atender este conflicto que suma dos décadas.
Lo creo así, porque a pesar, por ejemplo, de que núcleos urbanos como la propia Kabul, después de todo este tiempo de influencia transcultural estadounidense se hayan convertido en ciudades occidentalizadas, poco de eso interesa y resulta insignificante para los poderes que están detrás de estos conflictos, que han lucrado y siguen beneficiándose con este derramamiento de sangre.
No podemos perder de vista que estos grupos hegemonistas solo actúan en función de los intereses del dominio global de los recursos del planeta y que para los efectos, Afganistán solo viene a ser un pequeño punto que puede ser dominado a través del replanteamiento de una nueva relación con los talibanes y de esta forma occidente lograría mantener sostenidamente el conflicto que a final de cuentas es lo que le interesa.
El propio Julian Assange, lo señalaba hace 10 años atrás. La intención de E.U. y Europa es “utilizar Afganistán para lavar dinero de las bases impositivas (EU-UE) a través de Afganistán y traerlo de vuelta a las manos de las élites de la seguridad transnacional”… “el objetivo es una guerra eterna, no una guerra exitosa”, dijo Assenge.
Al fin y al cabo, el poder invisible está apostando al dominio hegemónico y en el caso de Afganistán más les conviene que los Talibanes asuman el control en este país y mantener latente las pugnas. Evitan así, seguir estancado en una guerra prolongada que les consume extraordinarios gastos no retornables. Recursos en la logística de la guerra con sus altos presupuestos, poco retorno bajo esa situación bélica y todo lo que implica el sostenimiento de un gobierno espurio. Al final, un acuerdo con los talibanes permite lograr el cometido deseado que incluiría, si fuese cierto, lo denunciado por Assenge.
Cierto es el hecho de que en este país, al haber estado 20 años bajo una autoridad influenciada por occidente, las personas nativas hayan asumido dicho influjo que se convirtió en su estilo de vida, en una conducta individual y social. En la música, la vestimenta y demás, sobre todo, con mayor incidencia sobre la juventud afgana. Eso es totalmente cierto, además es parte de la propaganda para la venta de esa idea sobre la panacea libertaria al buen estilo de made in USA.
La parte transcultural está sembrada, hay un relativo dominio ideológico. Por donde sea el país ya ha sido influenciado; ahora lo que falta es la conclusión de la terapia de shock que se le ha venido aplicando en el transcurso de este tiempo y cuyo final puede ser con o sin los talibanes. El asunto no es quienes estén en el poder. De hecho puede ser cualquier otro grupo de los tantos que hay en contra, pero que también son vulnerables y por tanto, controlados por los poderes supranacionales.
Este es un país asfixiado; un estrangulamiento que ha sido constante desde los tiempos de la Guerra Anglo-Afgana. Después, con los conflictos entre las fuerzas de la entonces Unión Soviética (URSS) y los Muyahidines comandados por Ahmad Shah Mas Ud, conocido como el León de Panjshir y que se agudizó aún más con Mohammad Najibulá Ahmadzai, cuando durante su mandato como presidente de la República de Afganistán de 1987 a 1992, la URSS retiró sus tropas que lo habían estado apoyando, obligada a salir aparentemente, por razones parecidas a las de Estados Unidos ahora, ya descritas en líneas anteriores (4to. Párrafo). Pero en realidad, es mi opinión, son muy diferentes.
Hay que recordar que Afganistán mantuvo una guerra civil interna de 1978 a 1992. Después de estos primeros años de la última década del siglo XX, el país de las amapolas siguió en tensión permanente y si sumamos desde entonces, allí se ha estado en conflicto durante más de 40 años seguidos, con picos ascendentes y descendentes, pero definitivamente sufriendo un conflicto interno prolongado que ha sido de baja, mediana y que ahora nuevamente retorna a un nivel de alta intensidad, cuando los talibanes se han tomado el país.
Otro punto que se debe tener en cuenta es el surgimiento de los talibanes en esos primeros años de los 90, inmediatamente después de la retirada de las fuerzas soviéticas de Afganistán en 1989, debido a las razones arriba señaladas y sobre todo, por el asedio de las fuerzas Muyahidines; grupo guerrillero islámico fuertemente armado compuesto por diversos bandos unidos solo por la disposición de guerra, que fueron aupados, aprovechados y apoyados económica, política, militar y con tecnología bélica por Estados Unidos en contra del ejército de la entonces URSS, como parte de una de las tantas extensiones de la Guerra Fría.
Igualmente es necesario entender que Afganistán, al ser declarado Estado Islámico con la nueva constitución de 1990, por un lado desapareció todo vestigio comunista; no obstante, también observaba el rechazo de cualquier otra injerencia extranjerizante y sobre todo, creó las condiciones óptimas para el advenimiento de los grupos fundamentalistas islámicos recién instalados en el mando del país, apoyados por Estados Unidos.
Afganistán después de 1992, se mantuvo bajo un brutal conflicto civil entre las diversas facciones impulsadas por los señores de la Guerra, cuyo fin implicó meses de intensos combates que produjo el gran cambio con la llegada al poder de los talibanes en 1996.
Ese año “los talibanes declararon un Emirato Islámico e impusieron su estricta interpretación del Corán y la aplicaron con brutales castigos en público, entre ellos azotes, amputaciones y ejecuciones en masa. Y restringieron de manera muy severa el papel de las mujeres, manteniéndolas fuera de las escuelas”. Recuperado de: (https://www.lavanguardia.com/internacional/20210819/7669943/afganistan-kabul-talibanes-evacuacion-ultimas-noticias-hoy-en-directo.html).
En ese primer mandato los talibanes dejaron claro también, que no tolerarían cualquier práctica religiosa que no fuera el islán. Predominaban los edictos religiosos a capricho de los comandantes individuales, los que eran dictados públicamente en las calles de manera cotidiana sobre la vida de los afganos. Los talibanes se basan en la idea de que las mujeres solo deben ocupar los roles sociales más limitados, incluso prohibiendo que las mujeres trabajen y las niñas asistan a la escuela. La sharía se aplicaba en sus formas más feroces en todas partes, con ejecuciones públicas, lapidaciones y latigazos.
Afganistán fue invadido por Estados Unidos en octubre de 2001. El propósito fundamental esgrimido era derrocar al gobierno Talibán. EU lo acusaba de proteger a Osama Bin Laden y otros líderes de Al Qaeda, a quienes señalaba como los responsables de los ataques del 11 de septiembre.
Tal intervención militar puso fin al mandato talibán y desde entonces, Estados Unidos y la Organización del Atlántico Norte habían mantenido un importante pie de fuerza militar, un tanto disminuidas después de declarado el cese de hostilidades en el 2014. Sin embargo, el apoyo económico, político y militar al gobierno instalado por E.U. y la OTAN, se mantuvo hasta el presente.
Hace un año, el gobierno obviamente respaldado por Estados Unidos, iniciaron específicamente en septiembre, negociaciones vendidas como históricas con los talibanes, para abordar la pacificación y definir un nuevo gobierno. Simplemente, tales acercamientos en lo visible, no fueron posibles y por tanto, el conflicto continuó. Las negociaciones no prosperaron y las partes se mantuvieron en conflicto hasta que finalmente se produjo la diáspora con la dimisión y salida del Presidente Ashraf Ghani, quien se refugió en los Emiratos Árabes Unidos, dejando a los talibanes al mando con Abdullah Abdullah en la coordinación actual.
En Afganistán el escenario es de caos, sobre todo, en las personas que de una u otra forman colaboraron con EU. Muchos afganos temen las represalias violentas de los combatientes talibanes, sabiendo de antemano, cómo fue su comportamiento despiadado y restrictivo como gobernantes desde 1996 a 2001, además, atizadas por algunas declaraciones de combatientes talibanes como: «Si no renuncian a la cultura occidental, tenemos que matarlos».
Sin embargo, un portavoz importante del Talibán, Suhail Shaheen, ha declarado en medios occidentales lo contrario. Ha dicho que se quiere una transición pacífica y sin venganzas, aunque el terror está presente gravitando en los recuerdos que se mantienen en las mentes de muchos afganos.
De cómo van a actuar los talibanes. En realidad, no se sabe con precisión. Este es un nuevo escenario. Ahora serán gobierno nuevamente, es de suponer que no cometerán los mismos errores de su primera administración. Saben que no pueden darse el lujo de quedar aislados. De hecho en Rusia y otros países son vistos como terroristas y crearse un cerco, los excluiría incluso de ser un punto importante en el nuevo trazado de la ruta de la seda. Tendrían que abrir posibilidades comerciales con la propia China, con la que limita al noroeste en el extremo del corredor de Wakhan.
Además, y repito entrando en especulaciones, que considero que hubo un pacto secreto. Esto hace que el comportamiento del talibán ahora en gobierno, sea muy diferente al que tuvo anteriormente, de ninguna manera le conviene hacer lo mismo. Creo que su incursión y toma del poder fue parte de una estrategia en la que Estados Unidos decidió solo. Ni siquiera sacarle la tabla al gobierno impuesto por ellos mismos, sino simplemente quitarlo para darle paso a los talibanes que serán de ahora en adelante, aunque en secreto, sus nuevos aliados, con algo de teatralidad y propaganda, para más bien esconder lo pactado.
Al fin y al cabo para el poder invisible detrás (EU-UE) los verdaderos enemigos en lo político, militar y comercial, siguen siendo China y Rusia y anticipando la posibilidad de una reconciliación de estos (Rusia-China) con los talibanes, es mejor dar paso a un gobierno conducidos por ellos. Además, para EU poco importa si se tomaron el poder, si después vayan a abusar de la población, o si por el contrario de repente, haya sensatez y sean menos duros y radicales en la interpretación y práctica de su gobierno islámico.
Amanecerá y veremos y si todo se trató de un pacto secreto de conveniencia para Estados Unidos, Europa y sobre todo, para el poder invisible del Bilderberg que junto a otros grupos dominantes de la economía occidental, son quienes verdaderamente crean los diversos escenarios de Guerra. En Afganistán simplemente están aplicando los esquemas de la guerra de conveniencia prolongada, en donde ahora solo se van a matar entre los nativos y los beneficios que resulten del conflicto para ese poder invisible.
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