Por: Miguel Montiel Guevara
Una mañana navideña de patinaje en calle 13 oeste.
Carlitos Guevara Jaén, Javier Casis (portero de fútbol), Matías Montiel Riquelme (futuro jinete de caballos de carrera) Elvia Miller Ramírez, Laffit Alejandro Pinkay Fernández, (más famoso jinete panameño), Melquíades Montiel Apas y Dalys Macías (siniestrada laborando en Aduanas). Todos calzando sus patines de hierro de cuatro ruedas. Años 60s. Generación de la descolonización.
La mayoría de las casas del barrio representaban la navidad con nacimientos del Niño Jesús hechos por los mismos vecinos siguiendo la tradición colonial. Después sin saber desde cuándo la gente se ingenió para hacer arbolitos de navidad con gruesas ramas de árboles del patio hasta que fuimos invadidos con los de pino y después con los novedosos de plástico más baratos. El 25 de diciembre apenas salía el sol de verano la calle se llenaba de los niños en sus scooters correteándose unos a otros con sus pistolas y ametralladoras de agua, sus revólveres de papelillo y caballitos de madera. Las niñas aparecían con sus muñecas de trapo, sus juegos de té y sus casitas de cartón. La calle se inundaba de la algarabía infantil. Los adolescentes nos calzábamos los patines de hierro de cuatro ruedas y desde las ocho de la mañana hasta las ocho, nueve de la noche patinábamos incansables con novias unos, simples amigas otros o como locos agarrados de las manos en el tren de la muerte donde solamente los mejores patinadores como Carlitos Murillo y los hermanos Omar y Pedro “Pellín” Peña se colocaban al final de la cola y soportaban el latigazo del tren cuando daba la vuelta al frenar. Pasado el Día de Reyes el patinaje y la embriaguez de felicidad de la fiesta de navidad empezaba a declinar.
Todo ha cambiado. Ya no hay fiestas tumultuarias de vecindad ni juegos aleatorios. Las canicas han desaparecido. Pocos hoy conocen el juego de la bolsita que a más de uno nos dejó con hernia. Las niñas ya no juegan yaks. Así era nuestra navidad en calle 13 oeste, la más esperada e inolvidable de todas las fiestas del tiempo de la inocencia.
Posdata. Invito a leer mi libro El arte de envejecer. (2023) “La vejez es la obra maestra del tiempo. Obra de arte. Se hace envejeciendo, de ningún otro modo. Es el arte de envejecer y el tiempo el artesano”. Asequible en la Librería Cultural Panameña en vía España, Perejil.
Extracto de mi libro autobiográfico Nostalgia Azul
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