El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por Ramiro Guerra M.
Abogado, escritor y cientista político.
La constitución señala que todos somos iguales ante los ojos de la ley.
¿Será verdad lo anterior?
En los últimos meses, los noticieros de televisión, han dado cuenta del arresto de personas, que se dedicaban a la explotación minera artesanal, en diversos lugares del territorio nacional. Una vez que han sido capturados han sido puesto a la orden de un juez de garantía. Eso no está mal dado que ese tipo de explotación minera está prohibida. La ley es dura pero así es la ley.
Lo que no puedo aceptar, es una justicia que discrimine y es selectiva
Tenemos un caso muy conocido en el país de explotación mineral ilegal. Se trata de First Quantun. Estuvieron explotando recursos minerales, (cobre y oro a gran escala) de manera ilegal. Sin embargo, la justicia (ministerio público) se hizo la vista gorda, a pesar que contra esa empresa, sus altos ejecutivos, se interpusieron sendas querellas penales por extracción ilegal del cobre, oro y otros minerales de alto valor económico de la nación.
Nadie ha sido llamado a declarar o rendir indagatoria. Ninguno de esos altos ejecutivos, ha subido la escalera de fiscalía alguna.
Y no solamente ellos, sino funcionarios de alto nivel, que tenían la responsabilidad de velar por la defensa de los recursos minerales de la nación. También incurrieron en delitos por acción omisiva
Somos del criterio, que esa empresa, sus dignatarios, han recibido protección por autoridades de alto nivel político y los siguen protegiendo.
Nunca observé a la fuerza pública ser tan diligente para frenar los desmanes de First Quantum. Sin embargo, panameños que realizan explotación minera de sobrevivencia, le cae el peso de la fuerza pública y las autoridades de investigación del delito y las instancias juzgadoras.
Lo ocurrido con First Quantum y sus cómplices del gobierno, tiene un solo nombre: Impunidad escandalosa.
Lo anterior no puede sufrir el síndrome del caso cerrado.
El país, todo el pueblo panameño, no olvida y no pierde la fé que la justicia haga su trabajo.
