Por Gonzalo Delgado Quintero
Escribo hoy, para felicitar a Crispiano Adames. Fui invitado por su equipo electoral al evento del domingo 19 de marzo en el complejo deportivo de la empresa de comunicaciones Cables & Wireless en Mañanitas, claro que asistí y lo agradezco porque es de mi interés participar en cualquier evento que esté desarrollando el Partido Revolucionario Democrático, sobre todo, si se lleva a cabo con miembros de base del colectivo de Omar Torrijos de nuestro Circuito 8-6.Aclaro que así como hablé de Gabriel “Gaby” Carrizo y decía en ese momento, antes de que surgieran a la palestra electoral las figuras de Martín Torrijos y Ricardo Martinelli, que si en aquel momento, y bajo las condiciones que mantenía el candidato Carrizo; repito, en ese espacio de tiempo; con todo el poder político y económico de su parte, él podía ganar bajo esas circunstancias las primarias e incluso, la Presidencia de la República; no obstante, y en la dinámica de la campaña, debo confesar y lo hago en mi calidad de analista y comunicador social y no en función de mis deseos, que muchas cosas han cambiado en las últimas semanas.
Digo lo anterior, sobre todo, después de las postulaciones de Torrijos y Martinelli, surgidas hace apenas unas semanas, incluso, creo que la de Martín Torrijos todavía, aunque ambos expresidentes prácticamente han polarizado la atención de la opinión de los medios de comunicación que al fin y al cabo también es la opinión pública.
Otro elemento a tener en cuenta es que a lo interno del PRD, la fuerza del discurso de Pedro Miguel González y de Crispiano Adames, están haciendo la diferencia y se evidencian en las espontaneas y nutridas convocatorias que ambos hacen, tanto adentro como afuera, entendiendo que mucha gente que pertenecen al partido están asistiendo a las reuniones que se realizan, unos porque están molestos con el gobierno y otros porque sienten que hay que retomar una conducción torrijista; pero, al fin y al cabo ambas fuerzas están concitando dos aspectos fundamentales que se resumen en el descontento de una importante cantidad de miembros de bases y en los planteamientos de sus respectivos discursos.
Valdría decir que ese contenido torrijista no se le está escuchando al precandidato ungido por dos razones. Uno es porque se concentra demasiado en defender la ejecutoria del gobierno y otra es porque no es de su talente el fundamento de las ideas de Omar. Eso solo se logra con militancia, conciencia y compromiso. Eso no nace por generación espontánea. Esta última parte la está evaluando mucho la base del partido que es fundamentalmente donde descansa el torrijismo.
Por el primer escrito fui cuestionado y algunos lo entendieron que era a favor de Carrizo, aunque decía cuál era mi posición política y que nuevamente aclaro para despejar dudas. Di mi palabra de apoyo a Pedro Miguel González y la mantengo, es excelente su posición y sus planteamientos. Pero aparte de eso, estoy en la obligación de escribir de manera objetiva, sobre este momento y no dejar de analizar lo que observo. Más adelante expresaré mis recomendaciones políticas.
En cuanto al evento de ayer, el discurso de Crispiano Adames, sorprendió gratamente. Sostuvo la coherencia histórica del proceso revolucionario que lideró el propio Omar Torrijos. Les aclaró a los más jóvenes y les recordó a los más viejos todo lo concerniente a la ejecutoria y las obras del gran líder en la década del 70. Habló de la creación del Ministerio de Salud en 1969 con lo cual se creó el concepto que después fue un slogan mundial de “Salud Igual para Todos” y los centros de Salud. También habló de la creación del Ministerio de Vivienda a través del cual se realizaron grandes obras habitacionales como es el caso de la barriada San Joaquín en el corregimiento de Pedregal que es parte del Circuito 8-6. Además de otras instituciones como el Ministerio de Trabajo y el Código Laboral y toda la importancia que se le dio a los trabajadores. Dijo mucho y bien.
En síntesis, habló de otras obras y de las necesidades de cumplir y llevar a cabo el segundo gran objetivo estratégico de Torrijos que implica el desarrollo social a la par con el crecimiento económico del país. De los aportes del Canal en manos panameñas, de que las bases vayan diferenciando las propuestas que vayan de vuelta al torrijismo.
Al final, mi recomendación es que antes del 11 de junio debe haber, al menos la unidad de las fuerzas de Crispiano Adames con las de Pedro Miguel González, para asegurar una candidatura creíble en el seno del PRD y para el resto del país, con una oferta electoral que además, sería una salida decorosa y garante de la subsistencia torrijista como una fuerza de alternativas políticamente propositivas para el país. Si eso no ocurre estamos rumbo al cadalso. Estaríamos, entonces, asistiendo a una pelea de tigres llevando a un gato como candidato del gato.
El autor es periodista, escritor y analista.
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