El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Victoriano Rodríguez Santos
El agua es clave para el funcionamiento del Canal y la vida. Los medios informan que el Lago Gatún, cada vez disminuye más su caudal de agua. Así se deterioran nuestros recursos naturales y la producción nacional, producto de la sequía, el fenómeno del Niño entre otros tantos, sin mencionar el uso de las aguas que pudieran estarse dando a través de la minería.
El promover la minería u otorgarles contratos, debe considerarse como un crimen ecológico, social, cultural, incluso económico. El presunto contrato con Minera Panamá, que abanica el gobierno como bandera de salvación, tiende a la violación de nuestra soberanía. Soberanía que tanto nos costó rescatar de aquel contrato que ningún panameño firmó.
Hablar del pirata Morgan o del tratado Hay Buneau Varilla, son cosas del pasado. Hoy desde el Ejecutivo pretenden imponer a la población panameña un adefesio de contrato con Minera Panamá (empresa accionaria de gobiernos extranjeros), lo cual lesiona nuestra soberanía. Producto de la actuación de quienes gobiernan estarían estar entregando parte de nuestro territorio (aire, tierra y mar), a gobiernos extranjeros.
El artículo 290 de nuestra Carta Magna indica: “Ningún gobierno extranjero ni entidad o institución oficial o semioficial extranjera podrán adquirir el dominio sobre ninguna parte del territorio nacional, salvo cuando se trate de las sedes de embajadas de conformidad con lo que disponga la Ley.”
No obstante lo indicado, el Capitulo 7º, del RÉGIMEN ECOLÓGICO, parecieran tampoco haber sido respetado (artículos del 118 al 121).
La sequía deteriora nuestros ríos, los cuales cada vez están más secos. Los lagos afluentes del Canal, como el Gatún está en constante disminución, si esto no lo están viendo los ministros y el señor Laurentino Cortizo Cohen, Presidente de la República, y aún así pretenden continuar con ese nefasto contrato con Minera Panamá, es porque nada les importa la Patria ni su población.
Hemos expuesto que: los que roban o entregan la patria son protegidos; mientras que quienes protestan y exigen cordura y explicación por sus malas acciones o malas prácticas son perseguidos.
Ese adefesio que el Ejecutivo pretende entregar al Contralor General para refrendo, debe ser rechazado de plano, por inconstitucional, igual la Asamblea. Porque limita el espacio aéreo, territorial y marítimo. Como población debemos estar alerta y dispuestos a evitar esta farsa de “consulta ciudadana” hipócrita y deslucida, en perjuicio de la población panameña.
El canal de Panamá entrega anualmente al fisco aproximadamente 2,200 millones de Balboa, seis (6) veces más de lo que pudiera entregar la minera, si el monto fuera neto, sin embargo se le pretende exonerar algunos impuestos, como el ITBMs, entre otras canonjías.
De aprobarse ese nefasto adefesio jurídico, se estará entregando parte de nuestro territorio a Minera Panamá y nuestro principal recurso, el Canal de Panamá, pudiera quedar en menos tiempo del pensado, en una zanja sucia donde los barcos grandes, por los cuales se hizo la ampliación, no podrán pasar, todo por darle concesión a países extranjeros, a través Minera Panamá. Dios te salve Panamá.
Ciudadano humanista y patriota.
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