«Cacería De Brujas» En El Siglo XXI.           

 Debate de fondo y contenido.

La cacería de brujas es un término que se refiere a la persecución de un enemigo percibido de manera sesgada, sin importar su inocencia o culpabilidad real

Por Ramiro Guerra.              

Abogado, escritor y cientista político. 

 

Hemos aprendido, que todo debate, tiene que ser lógico y sobre todo dialéctico.

A propósito del proyecto de ley 163, no me parece correcto apelar a las mentiras o a la argumentación que tiende a tergiversar o alterar los contenidos, para manipular o aferrarse a objetivos que están distantes de las reales intenciones.

Verbigracia, apelar a una retórica ideológica de sello anticomunista, propia de la década de los cincuenta del siglo pasado. La vieja escuela Macartista, de la “cacería de brujas», que se sustenta en descalificar la izquierda.

Desde esta perspectiva, al movimiento popular y democrático se le estigmatiza con este tipo de argumentos y con ello se procura desacreditar a estas fuerzas sociales y políticas.

Como bien lo escribió un canta-autor, todo lo que se refiere a la lucha y conquistas de reivindicaciones nacionales, populares y democráticas, ha corrido por cuenta de estas fuerzas sociales.

Tratar de descalificarlas con argumentaciones y posturas macartistas, deja al desnudo a los sectores que apoyan al proyecto de ley 163, dirigido a reformar la ley actual de la Caja de Seguro Social.

Tenemos la formación suficiente para calificar que estamos frente a una propuesta cuyo eje sustancial, apunta a imponer un sistema de capitalización individual qué, según el ministro Chapman, le dará vida al Seguro Social de manera infinita. Omite decir que el mismo devino en un fiasco para los trabajadores. Eso lo dijo la OIT.  Este sistema, propició la brecha social, en muchos países donde se implementó. (caso Chile).

El proyecto 163, no da certeza del monto que habrán de recibir los trabajadores, cuando lleguen al momento del retiro laboral. La actual ley 51 de 2005, en esta materia es clara, 60 por ciento del promedio de los 10 mejores años y algo más.

El proyecto elimina lo pertinente a la cartera de préstamos personales e hipotecarios. Según los autores, esto se hace porque el retorno de esos préstamos, está lejos de los rendimientos que se dan en la banca privada.  Esto dibuja o retrata a los proponentes. La institución por naturaleza, opera con un sentido de solidaridad social y humana, pero ellos la quieren para apalancar las fortunas del sector financiero privado.

El tecnicismo que se aduce, es la forma con que se concibió el proyecto, para ocultar sus reales intenciones. Es una propuesta que, desde el punto vista social, no hay como defenderla.

En consecuencia, sus autores recurren a la argumentación, de que los que nos oponemos, aspiramos a crear el caos y llevar al país a una especie de cubanización y venezolanización.  Ni ellos se creen tan traída, gastada y poco seria argumentación.

Es evidente que, los autores de la propuesta de reforma nadan contra la corriente. El pueblo, los trabajadores y gremios de profesionales, han caracterizado el documento de marras, como leonino y fatal para el país y sus habitantes.

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