Por Ramiro Guerra M.
Abogado, escritor y cientista político.
Reza el dicho, por la boca muere el pez.
Poco o casi nada dicen los candidatos a la presidencia, salvo excepciones, como habrán de manejar sus relaciones con la clase trabajadora. Igual como se conducirán las autoridades de trabajo frente a los trabajadores y sus organizaciones sindicales.Los políticos y gobiernos de derecha, siempre ejercen el poder, al margen de los que los trabajadores piensen y son muy dados a posiciones antisindicales.
Para, estos gobiernos, los escenarios de concertación y diálogo, son rechazados. Con los trabajadores y sus organizaciones, no hay nada que consultar y dialogar.
En la administración del presidente Cortizo, las relaciones y comunicación con la clase trabajadora, no fue de lo mejor. Los trabajadores y los sindicatos, percibieron al mitradle, mas que un amigable componedor de contradicciones en el mundo de las relaciones de trabajo y tutelador de los derechos de los trabajadores, lo han considerado como un obstáculo a la libertad sindical.
Existe una enorme preocupación por parte de los trabajadores y las organizaciones laborales, en torno a como se desempeñaran las autoridades de trabajo, con la temáticas y problemas que no permiten o dificultan el pleno ejercicio de la libertad sindical y la negociación colectiva.
Los candidatos omiten hablar sobre el tema; tal vez entendible en tanto casi todos son partidarios y allegados al capital privado.
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