Por: José Dídimo Escobar Samaniego
Era el mes de octubre de 2012, hace once años atrás. Fui a Colón como responsable de una Comisión que se creó en las fuerzas patrióticas para expresar nuestra solidaridad con el Frente Amplio Colonense, es decir, el pueblo de Colón que, enfrentaba una canallada por parte del gobierno de ese entonces, el de Martinelli que, los quería obligar a vender Zona Libre y hacer negocios al margen de esa valerosa gente nuestra. Pretender rendirlos por hambre y usando el poder del Estado para agredir a los más pobres, no tiene nombre ni justificación alguna.
El ejercicio del Poder público, derivó dantescamente, cada vez más alejado de la justicia y de todo derecho. Estábamos ante gente irracional que, cree que, todo es permitido con tal de que, sus negocios cuajaran, nada diferente a lo que vemos hoy con el contrato minero.
Fuimos una gran delegación de compatriotas con la certeza que, Dios le daría la victoria al pueblo de Colón y a todo el país, y efectivamente fue así, con la derrota de ese Régimen de terror y sus aliados, fue estrepitosa. Sin embargo, lo que siguió no fue diferente y tampoco hoy hay diferencia, tanto así que, muchos en Colón olvidaron esos tristes episodios y hoy andan envolatados con quienes los reprimieron y los condenaron a un bloqueo de hambre por varios días.
Dios mira de cerca y con complacencia a los humildes, pero desde lejos al altivo y soberbio.
Las manifestaciones y el sepelio de las víctimas de esa jornada fueron grandiosos, no solo por la cantidad de personas, era sobre todo hermoso el espíritu que se compartía. El Amor entre hermanos.
Lo que el Frente por la Defensa de la Democracia llevó en esa ocasión, al Frente Amplio Colonense, no fue solo la pequeña muestra en especie, sino el Amor de Connacionales, de compatriotas, y la claridad que, lo que es con los colonenses, es también con nosotros, el resto de los panameños decentes y patriotas.
Las conspiraciones para quebrar al Frente Amplio Colonenses, no prosperó porque no hay los millones suficientes que puedan comprar lo más hermoso que tiene el pueblo, que es su corazón.
Hace tres años atrás, el 16 y 17 de octubre, se celebró un exitoso Foro Social Panamá Retos de Colón, en el que participaron todos los panameños, donde quiera que se encontraban, y debatieron en lo profundo la situación de Colón y sus perspectivas, por lo cual, quienes tengan el interés de resolver las causas de los problemas de esa provincia no tienen que inventar el agua tibia, porque los estudios económicos y sociales están hechos. Hace poco viajó a la ciudad de Colón una caravana en un tren de lujo que el pueblo colonense no puede usar, acompañados de la chaperona, la embajadora de USA y patrocinado por el tribunal electoral y los candidatos, la mayoría quedó prometiendo el oro y el moro, faltándole el respeto a la gente inteligente de Colón. sin saber siquiera que, existe un diagnóstico y un Proyecto de Desarrollo integral de Colón elaborado por sus propios profesionales y por el pueblo.
No puedo olvidar, desde entonces, a la gente humilde de Colón, que cocinaba una olla común y el gobierno de ese entonces no les permitía el acceso de la comida cuando una distinguida profesora colonense nos dijo en la Iglesia San José de Los Paulinos; con el rostro demudado, pero sin perder la alegría y la fe, «Tenemos Hambre, pero no nos
rendiremos»!
Hoy, los mecanismos de sometimiento brutal del ser humano, donde quiera que sea, dañan y dibujan a quienes profieren dichas acciones antes que a la víctima, el pueblo mismo. Por ejemplo, nadie aplaude el exterminio de los hebreos por el Ejército Alemán hasta 1945, pero hoy, tampoco consentimos que Israel lo haya olvidado tan rápidamente y someta por el hambre y el no suministro de electricidad, comida, de agua, al pueblo palestino de Gaza. Esa conducta soberbia de querer destruir al otro, lo único que provoca es el incentivo del odio y así no se puede construir la paz. Yo soy cristiano y a mí, la palabra de Dios me dice que, el juicio y la venganza no le pertenecen al hombre, el juicio y la venganza son del Señor.
El que da cariño recibe cariño y el que reprime, recibe el desprecio. Felicidades al pueblo de Colón y les deseamos éxitos en el desarrollo de su lucha social que permita, poder algún día, asegurar un futuro mejor para ese digno pueblo.
Así de sencilla es la cosa!
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