El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por Carlos Ochoa E.
Las abejas y su panal.
La miel de abeja es conocida desde la antigüedad, los egipcios la llamaban el “néctar de los dioses”, probablemente por sus propiedades que van desde alimento hasta uso medicinal, es uno de los alimentos más completos. Ellos los egipcios, inclusive la utilizaban para embalsamar cadáveres de sus lideres, esto es real, debido a que las abejas agregan a la miel una sustancia bactericida, que impide que en ella puedan vivir las bacterias, de allí que la miel de abeja también se usa en la medicina, uso tópico; en estado puro puede durar decenas y hasta miles de años sin dañarse.
En el mundo hay decenas de variedades de abejas, definiéndolas como insectos que producen miel; antes que en Panamá se introdujeran las abejas italianas, solo teníamos una amplia variedad de abejas criollas, las que producían la ya desaparecida “miel de palo”. Las abejas europeas fueron introducidas en Panamá, a mediados del siglo pasado. Era una industria floreciente hasta 1980, cuando aparecieron la abeja “africanizadas” y dieron al traste con las mansas y dóciles abejas europeas llamadas también caucásicas o italianas.
Con la africanización, la industria apícola realmente desapareció, quedaron unos que otros apicultores valientes, que poco a poco aprendieron a lidiar con las africanizadas e iniciaron nuevamente la apicultura en Panamá. Dos cosas han ido apareciendo paulatinamente; por un lado, las africanizadas han ido perdiendo la “agresividad” y por el otro han aparecido técnicas innovadoras para manejarlas.
Qué ha ocurrido con la industria apícola? El sector primario, agropecuario, se encuentra en total abandono, desde la agricultura de subsistencia, hasta los pequeños productores. El MIDA tiene un programa exclusivo para el desarrollo de la apicultura, pero parece estar en estado de coma o funciona al mínimo. Esta realidad ha dado margen a un lucrativo y nefasto negocio. LA VENTA DE MIEL ADULTERADA O FALSIFICADA, aproximadamente el 90 por ciento de la miel de abeja que se vende en el mercado nacional, con Registro Sanitario o sin él, está adulterada y en el peor de los casos falsificada y eso es un atentado a la salud humana.
Para detectar una miel de abeja adulterada o falsificada se requieren dos cosas: una prueba de laboratorio o ser un creador de abejas y haber estado saboreando y probando miel por décadas. Olvide de la viscosidad, color y textura, la miel de abeja sabe y huele a abejas y punto. No huele ni a panela, melaza ni azúcar morena.
La apicultura es una actividad de bajo riesgo de pérdida económica, altamente ecológica y no requiere altos conocimientos, ni de tierras, en cualquier espacio que no haya viviendas o animales a menos de 500 metros se pueden crear abejas. En Panamá hay unos 144 apicultores, que producen unos 60,000 galones de miel al año, esta cantidad ni siquiera cubre el mercado nacional, contrario a lo que sostienen algunos que hay miel para exportar. Lo que falta es miel.
La agricultura y ganadería extensiva de los daños ecológicos irreversibles igual que la minería a cielo abierto. Con las abejas ocurre todo lo contrario, con la polinización ayudan a los ecosistemas y la producción agrícola, Pero que ocurre? Los bomberos están muy bien entrenados para MATAR LOS ENJAMBRES DE ABEJAS, ellos no las cazan, como se dice, por otro lado, tenemos la Autoridad del Canal de Panamá, que también tiene una unidad especializada en MATAR LOS ENJAMBRES DE ABEJAS, Albert Einstein dijo en una ocasión que, si desaparecen las abejas, también desaparece la humanidad, ellas son las responsables de casi toda la producción de alimentos de origen vegetal.
Porqué la Autoridad del Canal, los Bomberos y el Mida no se poden de acuerdo y en vez de estar matando las abejas, se crea una unidad especializada para cazar los enjambres y venderlos o donarlos a las personas interesadas en crear abejas. Para iniciar un apiario se recomienda empezar con no más de cinco colmenas.
Los enjambres silvestres de abejas en Panamá, se encuentra mayormente en los sotobosques, terrenos cultivados, sabanas y potreros, inclusive en las áreas urbanas, en la selva y zonas muy frías casi no se encuentran; se estima que por cada kilómetro cuadrado existe un enjambre de abejas, un tesoro, cada núcleo, “enjambre” tiene un precio de 120.00 balboas, una colmena puede producir al año hasta 300.00 dólares. Además de miel, producen propóleo, jalea real, polen y cera, todos productos de alta demanda en el mercado y las autoridades matándolas. Y el Mida responsable de la materia, mirando para otro lado. Cazar enjambres es una actividad sencilla y sin mayores riesgos de un accidente con estos insectos.
Las llanadas” abejas asesinas”, africanizadas, en realidad no son asesinas, y si lo fueran, sería en defensa propia. Se dice popularmente que son muy agresivas lo cual también es falso, son terriblemente defensoras de su casa, la colmena; de la comida de ellas, la miel, y de su medio ambiente, el entorno donde viven. Para defender lo nuestro en estos momentos, de crisis minera, debemos tomar el ejemplo de las abejas africanizadas a riesgo que por ignorancia e incultura, nos hagan lo mismo, lo que hace la ACP y los bomberos con ellas.
El autor, inició la apicultura, justo cuando se africanizaron las abejas en Panamá 1980
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