El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por: Eduardo A: Reyes Vargas
UN informe de la Red Latinoamericana por Justicia Económica y Social (LATINDADD) señala que si 20 países de la región aplicarán el impuesto a la riqueza, se podrían recaudar 26.504 millones de dólares al año, una cifra que podría ser duplicada anualmente en caso de que los Gobiernos locales determinen aumentos progresivos.
Esta noticia ratifica que nuestra reforma tributaria es necesaria. De seguro habrá quienes la apoyen y quienes no la deseen.
El aumentar los impuestos a los que más ganan y poseen riquezas monstruosas es una vía de democratizar la distribución de la riqueza en un mundo donde las desigualdades se intensifican y ahora más con la pandemia.
En Latinoamérica, el 10 % de la población más adinerada acumula el 71 % de toda la riqueza regional. En contrapartida, el 50 % más pobre solo cuenta con el 3,5 % del capital, remarca LATINDADD.
Con este panorama esperamos que nuestros próximos estadistas, se atrevan a realizarlo.
Por supuesto, bajo el convencimiento que los impuestos no serán objeto de corrupción y despilfarro.
Todo ciudadano directa o indirectamente paga impuestos.
La compra de productos o servicios, en el área privada lleva ya en su valor el cálculo de ese impuesto que ha de pagar el comerciante. Así que directa o indirectamente todos los consumidores pagamos impuestos.
En nuestros impuestos sobre la renta, inmueble etc. sé aporta también al gobierno por los ciudadanos el dinero para que sea bien invertido.
Cuando observamos el bono solidario, beca universal, y otras ayudas sociales que son una especie de bastón para los más inválidos económicamente, son el resultado de nuestros impuestos.
Somos sin saberlo solidarios con el ó los que más necesitan.
EL reconocimiento al gobierno que dá estas ayuda se impone, pero bajo la esperanza y premisa de que el ascenso social a través de la educación permita a cada uno valerse por sí mismo.
Entonces nuestros Representantes o Dipu-Repre que para esta época“mitigan”,quizás por conciencia, la pobreza de muchos, están haciendo uso de nuestros impuestos .
En la reciente Teletón las empresas que dan su deslumbrante colaboración que percibo la deducen de sus impuestos, debemos recordar que sus financistas o economistas calculan en el valor de cada producto para esa donación que finalmente hemos pagado los consumidores.
Lo importante al dar es que te desprendas de lo que te ha de faltar.
No son todas las empresas, pues algunas muestran su verdadero compromiso social.
Entonces seamos más conocedores de nuestros aportes monetarios a muchas situaciones desfavorables y que no nos vendan espejitos.
2 Hay varios Likes:) Gracias...
