El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por Carlos Ochoa E.
En la sociedad panameña, para nadie es un secreto, que las mujeres han sido discriminadas, de las formas más aberrantes a lo largo de la historia de la humanidad, y discriminar a las mujeres, lo cual constituye la violación de los derechos humanos de la mitad de la población del mundo. Y en algunos Estados y culturas persisten todas las formas de discriminación contra las mujeres. En la antigüedad, en el caso específico de la Antigua Roma, a las mujeres se les consideraba “animales parlantes”, y su esposo o concubino, tenía derecho a asesinarla y el hecho quedaba en la impunidad, porque no se les consideraba humanas .En pleno siglo XVI, en el Vaticano se realizó una encíclica papal, donde el tema central era, si las mujeres tenían alma o no.
La lucha de las mujeres por obtener derechos, que eran propios de los hombres, comienza a visibilizarse, décadas después de la Revolución Francesa. 1778, con la aparición de burguesía, sistema capitalista y el trabajo asalariado. La lucha se fundamenta en la “Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano”, que sienta las bases de los derechos humanos actuales; pero esta declaración se interpretó que eran solo para los hombres, para los XY, mayores de edad, ni la mujeres, XY, ni los niños ni las mujeres.
La primera manifestación de las mujeres para obtener los mismos derechos que los hombres, sexo masculino, en Nueva York, Estados Unidos en 1848, coincidiendo con la aparición del Manifiesto Comunista, escritos por Karx Marx y Frederick Engels, y estaba enfocada en el derecho al voto y el salario. Las mujeres no tenían derecho al votar ni ser elegidas y por el trabajo realiza el mismo trabajo que un hombre se les pagaba muy por debajo de lo que se les pagaba a ellos, además habían trabajos que eran exclusivamente para los del sexo masculino.
Dicho de manera general, hasta mediados del siglo XIX, para el caso de las sociedades de Occidentes, las mujeres no tenían ningún derecho, eran consideradas seres inferiores y cuya responsabilidad era cuidar el hogar, atender a la familia y procrear, además de satisfacer sexualmente al conyugue. Actualmente es bien conocida las condiciones de las mujeres una la mayoría de los países árabes y algunos de Asia, como es La India y Afganistan, donde se les violan los derechos humanos y en el peor de los casos no se les reconoce, no tienen derechos.
El punto de inflexión del movimiento de las mujeres por obtener los mismos derechos de los hombres, ocurre en 1910, en el segundo Encuentro de la Internacional Socialista, celebrada en Copenhague, Dinamarca, Dos años atrás había ocurrido la masacre de 129 mujeres en una fábrica de ropa en Nueva York. Así podemos decir que el feminismo se inicio como una lucha social, por derecho al trabajo, en iguales condiciones que los hombres; a elegir y ser elegidas, derecho a la educación, escoger profesión u oficio, derecho ha propiedad sobre bienes materiales, entre otros.
El movimiento de las mujeres, y el apoyo de muy pocos hombres, para lograr los mismos derechos, entre ambos sexos, llega a su punto más alto, en un marco teórico conceptual en el año 1975, cuando las Organización Naciones Unidas declaran el 8 de marzo de cada año, como día Internacional de las Mujeres, de allí para acá mucha agua a pasado bajo el puente. De allí para acá se comienza a usarse, se acuña, el concepto de GÉNERO, para explicar las diferencias sociales, económicas y políticas en función de la diferencia de sexo, diferencia biológica, XY y XX. Nada que ver con preferencias sexuales.
El concepto género nace como una herramienta de trabajo y de investigación sociológica para explicar desde la perspectiva científica, que hombres y mujeres se diferencian básicamente por la biología, de engendrar y procrear, por los cromosomas, XX los hombres y XY las mujeres, y que esa diferencia se convirtió en desigualdad y discriminación política, económica y social contra las personas nacidas XY. Dicho de otra manera, sobre esa naturaleza biológica se han construido históricamente patrones culturales, políticos, económicos y sociales. Y con muy malas las intenciones, perversas, aberrantes se ha pretendido, y se ha logrado; que el término se aplique casi de manera exclusiva a las preferencias sexuales o diversidad sexual, cuando eso nunca estuvo entre los objetivos de los estudios de género.
Como se dice popularmente: “una cosa es con guitarra y otra cosa es con violín”. La “democracia dejó de ser un fin de todo gobierno, para ser una forma de gobierno. La izquierda ha sido satanizada y es “mala” y culpable de todos los problemas políticos y sociales. Los sindicatos y sindicalistas son corruptos, la empresa privada es santa y ayuda a los pobres. Así el género, lo han convertido en una ideología perversa y satánica, que promueve la homosexualidad y las conductas inmorales sexualmente. Señores! El género nace, reitero como una herramienta sociológica, como una metodología de investigación social para tratar de explicar como la diferencia de sexo, se convirtieron en desigualdades sociales, económicas y Políticas. A lo sumo, el género está más cerca de ser una teoría que una ideología.
Para tergiversar el concepto, la clase social dominante ha contado y cuenta con el dominio de los medios de comunicación masivos, que son de ellos y por lo tanto sirven a sus intereses. Señores; digan lo que digan al sistema capitalista y sus defensores no le interesa y tampoco quieren, ni les conviene eliminar las desigualdades; el capitalismo, afloja pero no suelta, viven y se alimenta de ellas.
Y como han tergiversado el concepto de género, mejor estoy del lado del feminismo. Que vivan todas las mujeres del mundo, que viva el Día Internacional de las Mujeres, que viva el 8 de marzo.
El autor es Sociólogo y Profesor de Geografía es Historia, con estudios académicos en Género
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