El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por Ramiro Guerra
Jurista, escritor y cientista político.
Jürgen Habermas, uno de los teóricos de la acción ciudadana deliberativa, la define como una acción de ida y vuelta; de abajo hacia arriba y de arriba hacia bajo, para la construcción de decisiones en el hacer mediador de una real gobernanza democrática.
El Dr. Ronald Myles Dworkin, fue un filósofo del derecho y catedrático de derecho constitucional, también un analista de esta teoría de la ciudadanía deliberativa. (A propósito, el Dr. Silvio Guerra y mi persona, somos autores de un ensayo sobre el tema).
El distinguido Dr. Ronald Myles Dworkin, considera que la teoría «Interpretativa «. Establece que toda interpretación debe seguir, a partir de la noción de «derecho como integridad» a fin de tener sentido.
El tema lo traemos a colación porque, no es la primera vez que escucho a gobernantes (presidentes) decir, «soy el presidente y yo mando». Lo dijo, Laurentino Cortizo Cohen y el presidente electo abogado, José Raúl Mulino.
Hace algún tiempo, escribí que los gobernantes se equivocan, al pensar que el concepto de ciudadanía, se agota en el acto de votar, de elegir y, cumplido ese trámite de ciudadano, pasamos a siervos o vasallos.
Se trata de un enfoque retardatario muy a la usanza de la vieja democracia liberal representativa, (desafortunadamente hoy vigente en casi todos los países) que, les molesta los conceptos del disenso, transparencia y control ciudadano en vía de fiscalizar y pedir cuentas en los asuntos públicos, sobre todo de gobernanza.
Los gobernantes, suelen tener una piel extremadamente sensible a la crítica y el derecho de ciudadanía, a pedir cuentas.
Dios bendiga a nuestra patria.
19-6-2024
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