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Desgobierno y Vanidad:

 La Era de Blanca Edith Gómez Espinoza en el MIDA

Por: Arturo Garrido Alexandrópulos

El Reportero del Agro

12 de agosto de 2024_

Durante su paso por el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), Blanca Edith Gómez Espinoza dejó una estela de controversias, marcadas por desaciertos, egolatría, manipulación, tráfico de influencias, derroche de fondos de OIRSA y una preocupante vanidad personal. Su cercanía con el ministro Augusto Valderrama, siendo su asesora omnipresente, contribuyó a la perpetuación de estas irregularidades.

Desaciertos en la Gestión:

La administración de Blanca Edith Gómez Espinoza estuvo plagada de decisiones desacertadas, como la implementación de políticas que carecían de sustento técnico y afectaron gravemente a los productores locales. La falta de planificación y una visión adecuada resultaron en un estancamiento del sector agropecuario, evidenciando un marcado apoyo a las importaciones que perjudicaron la producción local. Su visión miope y desintegrada reflejó una incapacidad para comprender la complejidad de los desafíos, mostrando su ignorancia y desprecio por los problemas reales del sector.

Egolatría y Vanidad Personal:

Durante su paso por el ministerio, Blanca Edith Gómez Espinoza se enfocó más en proyectar una imagen de éxito personal que en resolver los problemas reales del sector. Su constante presencia en medios de comunicación, promoviendo su figura en lugar de los logros del ministerio, demostró una clara prioridad en su vanidad personal sobre las necesidades del país. Despotricaba desde su pedestal de marginalidad ególatra en su pasquín denominado _Ecos del Agro_, usando su plataforma familiar para difundir falsedades y desacreditar la eficiencia sin depender de los subsidios del Estado.

Manipulación y Tráfico de Influencias:

Casos documentados de tráfico de influencias y manipulación de procesos internos revelan una red de favoritismos y decisiones tomadas en beneficio de aliados cercanos, en detrimento del interés público. Ejemplos incluyen la asignación a dedo, sin ningún tipo de acto público, para que la Unidad de Política Comercial del MIDA otorgara las cuotas de importación de papa y cebolla sin transparencia ni garantías de cumplimiento de las obligaciones contraídas por los importadores beneficiados. Estas cuotas se otorgaron a importadores aliados cercanos que eran arrendatarios de las infraestructuras de Mercados Nacionales de la Cadena de Frío, S.A. (MNCF, S.A.), agremiados en la Asociación de Comerciantes e Importadores de los Mercados Nacionales de Panamá, en detrimento del interés público. Las cuotas eran adjudicadas sin transparencia y los nombramientos en el MIDA se basaban en lealtades personales, revelando los aspectos más oscuros de su administración.

Fomento de la Dependencia Estatal:

Blanca Edith Gómez Espinoza fomentó entre los productores la dependencia estatal a través de onerosos subsidios. El subsidio permanente se convirtió en un homenaje perpetuo a la improductividad, acostumbrando a los productores a la teta del estado. Tomó la atribución ilegal de firmar acuerdos de subsidio al arroz, comprometiendo fondos públicos que pagamos todos, cuando fungía como asesora omnipresente del ministro del MIDA y secretaria del fracasado Gabinete Agropecuario, bajo la frase amedrentadora y de intimidación de «Nito me dijo». Este subsidio de 2.00 balboas al quintal de arroz, firmado también por Blanca Gómez, representó un aumento significativo en el gasto público, sumando 18 millones de balboas adicionales a los ya 65.3 millones destinados a la compensación del arroz en el ciclo agrícola 2021-2022. Aunque presentado como un apoyo a los arroceros afectados por la pandemia, esta medida incrementó la dependencia estatal sin resolver los problemas estructurales del sector.

Derroche de Fondos de OIRSA:

La gestión de Blanca Edith Gómez Espinoza también estuvo marcada por el derroche de fondos provenientes de OIRSA. La caja menuda de OIRSA, de la que despilfarró $121,000.00, fue utilizada para alquiler de polleras, banquetes, compra de supermercado y viáticos para ella y sus aliados cercanos. Esta situación continuó hasta que el ministro Augusto Valderrama le quitó la firma autorizada. Este despilfarro requiere una investigación por parte de un auditor forense para proceder en consecuencia con los resultados.

Información Privilegiada y Conflicto de Intereses:

Además de su gestión en el MIDA, Blanca Edith Gómez Espinoza, siendo directora de BEGE, S.A. (sociedad que curiosamente lleva sus iniciales), propietaria de _Ecos del Agro_, permitió que dicho pasquín fuera el único medio que obtenía información privilegiada. Esto perjudicó a medios serios del sector agropecuario, generando un monopolio informativo y minando la confianza en la transparencia de las comunicaciones oficiales del ministerio.

Doble Salario y Denuncias Ciudadanas:

Una denuncia ciudadana presentada por Gisela Pérez Polo y Ada Pinzón de la Alianza Estratégica Nacional ante la Contraloría General de la República señaló a Blanca Gómez por la supuesta dualidad de salarios en la planilla estatal. Según la denuncia, Gómez aparecía en la planilla de la Organización Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA) con un salario de 6 mil dólares y simultáneamente en la planilla del MIDA como Secretaria Técnica Ejecutiva del Gabinete Agropecuario con un salario de 6 mil 500 dólares desde el 1 de octubre de 2019. La denuncia también menciona un posible conflicto de interés debido a su rol como periodista y dueña del pasquín _Ecos del Agro_, donde se publicaban pautas de instituciones relacionadas con su posición en el MIDA y la Asamblea Nacional.

Extralimitación de Funciones y Protección de Importadores:

Durante su gestión, Blanca Edith Gómez Espinoza se extralimitó en sus funciones, interfiriendo en las Cadenas Agroalimentarias junto con el grupo de presión UNCUREPA (Unión Nacional de Consumidores y Usuarios de la República de Panamá) para proteger los intereses de los importadores. Representantes de UNCUREPA, como Alan Castillo y Pedro Acosta Isturaín, manifestaron su incomodidad debido a la percepción de que las cadenas agroalimentarias no representaban adecuadamente a los consumidores, ya que tenían menos votos frente al grupo de productores. Además, UNCUREPA denunció que muchas decisiones dentro de las cadenas agroalimentarias se tomaban en reuniones informativas sin quórum, pero luego se presentaban como decisiones consensuadas al MIDA, afectando a terceros y sin ser publicadas en la Gaceta Oficial, tal como quedó plasmado en consulta de Pedro Acosta Isturaín de UNCUREPA atendida mediante nota Nº C-048-23 de abril de 2023 por el Procurador de la Administración. Gómez, apoyando esta falacia, argumentó que las cadenas debían tener un balance de participación de todos los sectores y que los consumidores necesitaban mayor representación.

Investigación del Contrabando de Plátano en Bocas del Toro:

Otro ejemplo de la mala gestión de Blanca Edith Gómez Espinoza es la situación en Bocas del Toro, donde los productores locales denunciaron pérdidas económicas debido al ingreso de plátano de contrabando desde Costa Rica. El MIDA creó una comisión para investigar estas denuncias, con la participación del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), la Dirección de Aduanas, la Gobernación, la Cadena del Plátano y diversas asociaciones de productores. Blanca Edith Gómez Espinoza indicó que esta práctica ilegal ponía en riesgo la seguridad fitosanitaria del país y que realizarían un censo en la zona fronteriza para determinar cuántos productores panameños tienen fincas en esa área. A pesar de estas acciones, los productores locales se sentían desprotegidos y desatendidos, evidenciando nuevamente la falta de efectividad y transparencia en la gestión de Gómez.

Compra de Productos Nacionales para el Plan Panamá Solidario:

En otro ejemplo de su gestión controvertida, Blanca Edith Gómez Espinoza, como secretaria técnica del Gabinete Agropecuario, coordinó la compra de productos nacionales para el Plan Panamá Solidario. Esta iniciativa, aunque presentada como un apoyo a los productores locales, estuvo marcada por la falta de transparencia en la adjudicación de contratos y el favoritismo hacia ciertos grupos. El gobierno del presidente Laurentino Cortizo Cohen desembolsó 5.7 millones de balboas para la compra de carnes de res, cerdos, pollos y quesos destinados a familias humildes. Sin embargo, la falta de claridad en los criterios de selección y la preferencia hacia productores aliados cercanos cuestionaron la integridad de estas acciones.

La Autodenominada «Experta del Agro»:

Blanca Edith Gómez Espinoza, quien se autodenominaba «experta del agro», demostró su ignorancia y desprecio por los problemas reales que enfrentaba el sector. Su visión miope y desintegrada se reflejó en su incapacidad para comprender la complejidad de los desafíos del sector agropecuario. En lugar de sumarse a soluciones integrales, prefirió despotricar desde su pedestal de marginalidad ególatra en su pasquín _Ecos del Agro_. Su autoproclamación como experta en agro no solo fue una muestra de arrogancia, sino también de su falta de cualificación real, fomentando la ineficiencia y dependencia de subsidios estatales. Esta estrategia equivocada dejó al sector agropecuario panameño sumido en un caos, con decisiones basadas más en su egocentrismo que en un verdadero entendimiento de las necesidades y retos del agro panameño.

Marcha de los Arroceros Convocada para el 14 de agosto de 2024:

La marcha desde la Plaza 5 de Mayo hasta la Presidencia convocada por la Federación de Asociaciones de Productores de Arroz y Granos de Panamá (FAPAGRAP) para el 14 de agosto de 2024 no es más que una herencia recibida por el actual gobierno debido a las desatinadas actuaciones de Blanca Edith Gómez Espinoza en el gobierno anterior. Blanca Edith Gómez Espinoza fomentó entre los productores la dependencia estatal a través de onerosos subsidios. Blanca Edith Gómez Espinoza convirtió el subsidio permanente en un homenaje perpetuo a la improductividad, acostumbrando a los productores a la teta del estado. Tomó la atribución ilegal de firmar acuerdos de subsidio al arroz, comprometiendo fondos públicos que pagamos todos, cuando fungía como asesora omnipresente del ministro del MIDA y secretaria del fracasado Gabinete Agropecuario, bajo la frase amedrentadora y de intimidación de «Nito me dijo». Este subsidio de 2.00 balboas al quintal de arroz, firmado también por Blanca Edith Gómez Espinoza, representó un aumento significativo en el gasto público, sumando 18 millones de balboas adicionales a los ya 65.3 millones destinados a la compensación del arroz en el ciclo agrícola 2021-2022. Aunque presentado como un apoyo a los arroceros afectados por la pandemia, esta medida incrementó la dependencia estatal sin resolver los problemas estructurales del sector.

Conclusión:

La era de Blanca Edith Gómez Espinoza en el MIDA es un claro ejemplo de cómo la egolatría, la manipulación y el mal manejo de fondos pueden desviar el rumbo de una institución clave para el desarrollo del país. Es imperativo que se realicen auditorías y se tomen medidas correctivas para garantizar que, en el futuro, la gestión del Ministerio de Desarrollo Agropecuario se enfoque en el bienestar de los productores y en el desarrollo sostenible del sector.
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