El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por Ramiro Guerra M.
Abogado, escritor y cientista político.
Esta vez, tomo algo de distancia, de lo que había señalado, que su gobierno sería de la empresa privada. Le imprecó temas relacionados con la coima y corrupción.
Habló de un caudal de iniciativas e inversiones para reactivar la economía. Sin embargo, no fue explícito para decirnos de dónde saldrán los recursos. Las asociaciones público – privadas son formas de endeudamientos que, en otras latitudes lastran penas y decepciones de lo que la propaganda habló de ellas.
Tampoco habló de democracia participativa. Nos hacemos la pregunta, ¿se continuará con las formas y método centralista de ejercer la gobernanza?
Pasó por alto temas de soberanía nacional. Existe en la actualidad una fuerte presencia e intervención en asuntos internos por parte de los Estados Unidos.
En esa dirección se debió comprometer a dar a conocer el acuerdo que se firmará con los Estados Unidos, relativo al Darién. Los gringos no dan nada gratis.
Su posición de no privatizar el IDAAN y me pareció de nada de reformas paramétricas, habrá que esperar. No fue muy claro. Fue enfático, que no tiene el cuadro completo y menos una propuesta.
Con relación al seguro social, la empresa privada y las Ifis, abogan por la privatización. Dejo entrever que, él no es un intermediario de nadie.
La pregunta del millón. ¿cuáles serán los medios y recursos para emprender el ambicioso plan planteado?
Si me preguntan, qué pienso sobre el discurso, diría que muchos aspectos positivos.
Sin embargo, como dirían los abuelos, “del dicho al hecho hay mucho trecho”.
Lo importante como resultado de este discurso, es que el pueblo debe estar vigilante y fiscalizando.
Pleno respeto al disenso democrático.
Realidad o señuelo el discurso, lo importante que los sectores democráticos y populares, no bajen la guardia.
Dios bendiga la patria.
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