El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por: José Dídimo Escobar Samaniego
En un accionar no compatible con la humanidad, ni con el cristianismo, el gobierno de Estados Unidos de Norteamérica, mantiene un cerco o bloqueo unilateral contra Siria, que sufrió conjuntamente con Turquía, las graves consecuencias de los terremotos de hace cuatro días atrás, con miles de muertos en la región de Alepo y circundantes y a la cual varios países y organizaciones han querido hacer llegar su solidaridad y apoyo pero, no ha sido posible por las medidas unilaterales del Gobierno de Estados Unidos que, al igual que con Cuba, al margen del rechazo mundial a esas temerarias acciones, insisten en mantenerlas y en este caso, igualmente exponiendo la vida humana y condenando a la muerte a miles de personas en lo que corresponde claramente a un crimen de lesa humanidad en el derecho internacional.La política, y más si es draconiana, no puede estar por encima del valor humano de la vida y por esta razón, no existe sustento alguno y menos diferencias ideológicas para concluir, como si resucitáramos nuevamente el fascismo que, aquel que no piensa como nosotros, no debe existir.
Estados Unidos, con esta clase de política, lejos de defender valores civilizados, ha entrado en una fase donde se ganan el repudio mundial, cuando cada ser humano se pregunta hasta dónde pueden ser sustentada esas acciones criminales y toda clase de acciones hostiles contra pueblos enteros, que no ponen en peligro la seguridad de USA, hasta casi celebrar la desgracia que, en cualquier momento pudiera afectar a cualquier pueblo del mundo.
La gente común y corriente del mundo exigimos el levantamiento inmediato de todos los bloqueos contra pueblos hermanos que hoy sufren el dolor y se nos impide siquiera compartirlo para que esos pueblos puedan superar, lo más pronto posible, esta gran tragedia que les ha tocado enfrentar y que los ha dejado en la orfandad.
¡Así de sencilla es la cosa!
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