El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
El amor es incondicional.
Por: Pastor. Simon Miranda.
Juan 12:47 Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.
12:48 El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.
Juan 8:11 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.
☆ OBSERVACIÓN.
La actitud de juzgar y condenar del ser humano, no lo ubica en un defensor de la justicia, sino en un estado de aborrecimiento hacia su semejante en lo que él mismo debe considerar prudentemente que él también está en una condición humana y rodeado de debilidades.
La Biblia dice que el que práctica el juzgar y condenar, está condenado por su propio juicio.
Juzgar le compete a la palabra de Dios y no al ser humano.
Buen día, saludo y bendiciones en Cristo.
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