Lic. Víctor Collado S.
De no haber sido por la altísima sensibilidad que genera la Caja de Seguro Social, nos hubiera demorado conocer la sintomatología que describe de la mejor manera la personalidad presidencial: que el sr. Mulino es prepotente, impulsivo, suelto de lengua, inflexible, narcisista en la versión maquiavélica y que su vocabulario aparenta llegar hasta los verbos mandar y obedecer.
El que se le reconozca el impulso por buscar solución al drama de La Caja, no debió entenderse como carta blanca para tanta bravuconería, palabras descalificadoras o expresiones descomedidas. Tampoco podría traducirse en soluciones a trocha y mocha, con métodos draconianos y con una exhibición de autosuficiencia que esta llegando a niveles asfixiantes y anti-democráticos.
Es verdad que el inquilino transitorio de hoy ha ido más allá de tantos pusilánimes que le antecedieron aunque se igual con unos pocos por ese estilo desafiante, donde se imponen reglas cortoplacistas e indiscutibles.
Tampoco corre en su favor el que no tenga capital político en riesgo como suele decir él mismo. Todos estamos conscientes que el sr. Presidente se encontró con la silla presidencial gracias a un golpe de lotería electoral en la que se ganó los cuatro números en los 3 premios en un único sorteo.
Todo lo bueno que fuera posible reconocerle como persona, termina por contagiarse con su estilo de gobierno imperial como si en lugar de haber tomado el juramento de Presidente, hubiese sido coronado como Emperador de todo lo que se mueve y respira en el país.
Gracias al encubrimiento de gran parte del periodismo nacional, apenas nos enteramos de la soberbia con la que se reprimen las protestas comunitarias. Esos son advertencias suficientes para no sorprendernos con el desquite masivo y descargado que se aplicará cuando los gritos y gestos atraviesen las ventanas del Palacio advirtiéndole que hace una pila de años dejamos de ser siervos y que nunca fuimos vasallos.
Si la aprobación del proyecto 163, en el ideario oficialista, les abre puertas para otras embestidas en el 2025, en el Destape de un programa de fuerza, tocara a las organizaciones populares zafarse de la machacadera discursiva y asumir el papel correspondiente en la soberanía de las calles.
Es difícil, por otro lado, aceptar como ciertas las expresiones de Diputados sobre que se decidirá la suerte del Proyecto 163 con independencia y sin presiones del Ejecutivo. Literalmente; es de esperar todo lo contrario. En la AN habrá, y sobrando, desgarramientos de patriotismo y palabrería de amor eterno por el pueblo; pero, con todo y a pesar de eso, caen al piso las posibilidades que la AN le volteé la tortilla al César con el 163.
Tocará ver y oír, con militancia activada, cuando los diputados aporren sus curules o se anuncie el resultado de los votos electrónicos.
Sustrayéndole de su
contexto original
AHODA O NUNCA
como dijera el poco
recordado maestro
palmeño
9 Hay varios Likes:) Gracias...