El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
«El proyecto detrás del Proyecto»
Por: Víctor Manuel Collado Sánchez
Como lo dejamos dicho en la V1 parte de El Destape de las Reformas sobre la CSS (domingo 22/12) repetimos la advertencia de prescindir de la última decisión en la AN sobre el primer debate del 163 dado que para la fecha en que se dio a conocer la conclusión de las sesiones extraordinarias (el 26/12), ya teníamos preparada la versión que se publica hoy.
Con el debate sobre el Proyecto 163 ocurrió que se concentró en la exposición mediática del sistema de pensiones.
Ese ángulo del 163, sin duda alguna, es importante y trascendente. Pero eso no lo hace ser el único aspecto que ataña ni sobre el que deba decidirse con relación al destino de la CSS.
Cualquiera sea el sistema de pensiones que se adopte, esté tendrá que realizarse con y dentro de la Caja de Seguro Social. No podrá ejecutarse al margen de esa institución ni en términos aéreos. La íntima relación entre estas realidades, (las pensiones y el resto de las reformas institucionales en la CSS) hace inaplazable una reforma integral al régimen de la seguridad social.
Tomando en cuenta las situaciones que han surgido en el debate y considerando que el Presidente aseguró no tener un plan B, (lo que otra vez fue una expresión fallida), se asoma la posibilidad de un proyecto detrás del Proyecto 163 dado el fuerte careo sobre los temas vitales y el escaso tiempo que falta para el inicio de las sesiones ordinarias.
Una variante de ese Proyecto sería en el evento que la AN no logre tomar decisión alguna sobre las pensiones o que se apruebe un sistema que, para el Ejecutivo, le resulte inevitable el veto a una Ley en ese sentido.
(Agrego hoy: «Esta variante está descartada por el cierre de las sesiones extraordinarias»).
Que la AN no apruebe el 163 haría previsible que el Ejecutivo, directamente o a través de la Dirección General de la CSS, acelere la crisis de las pensiones en el futuro inmediato, para generar así el ambiente tenso que impulse una reforma próxima o totalmente de acuerdo a los pilares de la empresa privada, que es el sistema que el oficialismo respalda.
En este terreno el gobierno podría recurrir a la rebaja en el monto de las pensiones, cuya amenaza lanzó antes.
(Otro agregado de hoy: «Ahora corre el riesgo de medir mal la radicalización del conflicto social que una medida de ese tipo desencadenaría, enrareciendo la paz colectiva; en cuyo caso sólo tendría el recurso de compensar la balanza achacándole la crisis a la presión o «intransigencia» de los sectores de izquierda, lo que tendría dudoso valor a la hora de sacar cuentas»).
Aunque este es la cara radical del problema, no es descartable del todo porque ya sabemos cuál es el talante del sr. Mulino y las fuerzas económicas que lo sustentan.
La otra variante del Proyecto detrás del Proyecto 163, sería la de posponer para sesiones ordinarias el tema de las pensiones a cambio de aprobar para el 31/12, dos propósitos principales para el gobierno:
- 1) control de la CSS a través de las Normas de Gobernanza y con nuevas facultades para el Dirección General, y
- 2) control y disposición de los recursos económicos de la Institución en favor de Administradores de inversiones nacionales y/o internacionales.
Para el plan del gobierno, estos objetivos están diseñados para ejecutarse al margen o con mínima y/o mediatizada intervención de la JD de la CSS. Esta particularidad viene ubicada en el campo de la reforma estructural a la Caja, es decir, con sentido y carácter de permanencia indefinida en el tiempo.
Las pensiones, por otro lado, es un tema más circunstancial en los momentos actuales y próximos, ya que están sometidas a variables que no son siempre iguales en todos los tiempos.
En la perspectiva oficial, la separación de los cambios estructurales del tema de las pensiones, facilitaría el desahogo en la discusión y permitiría centralizar los enfoques entre el sistema solidario vs los 3 pilares empresariales y sus corridas, en cuyo dilema el Ejecutivo calcula que lleva ventaja no solo por el apoyo empresarial sino también por el espaldarazo de la dirigencia política tradicional.
Esta salida, como hemos visto, se correspondería con la sobre-exposición del tema de las pensiones que, en términos políticos, bien puede decirse que le llegó al gobierno como anillo al dedo en función de contar con movimientos alternos en la búsqueda de concertar sus objetivos principales.
En este contexto, el Ejecutivo se arriesgaría por un Proyecto detrás del Proyecto 163 en base a los siguientes factores:
- 1. Mulino no tiene futuro en la política del que pueda sentirse preocupado ni atado.
- 2. Postergar una decisión sobre el sistema de pensiones, Mulino se estaría apartando, por el momento, de su posición recurrente de intransigente y dogmático, rasgos que debe matizar si pretende encarar otros retos en el 2025, especialmente el de la mina,
- 3. Mulino apostaría a que las aguas del movimiento nacional, adverso al 163, se tranquilizarían permitiéndole un tiempo para consolidar la posición del gobierno, y
- 4. A Mulino, este cambio, le estaría permitiendo espacio para exigir o reclamar lo suficiente para que se apruebe lo que necesita para el 31/12 y se le facilitarían los objetivos de largo alcance de los que no pretende desprenderse, como ya sabemos.
La situación política de los Diputados en cambio, es diferente comparada con la del Presidente. Ellos no estarían inclinados a poner en «baño maría» sus perspectivas políticas tan a temprano tiempo y apenas en el inicio de un período constitucional. Con este cuadro no debe resultar difícil entender sus conductas dubitativas y resoluciones paradójicas.
Expuesto lo dicho, nunca debe olvidarse que el estado de los hechos existentes tienen elementos para variar en cuestión de fracciones de horas y por motivos inéditos.
Por encima de todo y sin desalentarnos de ninguna manera, en este hervidero sombrío de coyunturas se conserva virgen la voluntad de SALVAR LA CAJA DE SEGURO SOCIAL sin importar el cómo ni contra quién.
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