Juan Jované
El último intento del diario La Prensa por cumplir su papel de aparato ideológico orgánico del capital financiero, no solo mostró el carácter sesgado de este medio de comunicación social. También demostró que es capaz de hacer el ridículo cuando sea necesario para cumplir con su función de atacar la idea de una seguridad social pública y solidaria.
En su publicación del viernes 18 de agosto el diario La Prensa prácticamente alababa el reciente intento de la OIT de explicar y ampliar su valuación actuarial, destacando que el mismo era un documento que “no necesitaba más explicaciones”. A esto se añadía que los funcionarios de esta institución habían expresado varias ideas rescatables, en la medida en que, a juicio de La Prensa, la disertación de la OIT estaría descartando por completo las propuestas del sector de los trabajadores.
En su publicación del miércoles 23 de agosto el diario La Prensa, siguiendo la voz de sus amos, se contradecía afirmando que la OIT habría entregado un informe sesgado e incompleto ante el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep)
. De esto surge una pregunta: ¿cuál es la causa que la Prensa haya decidido hacer el ridículo público de contradecirse ella misma?
La respuesta a esta última pregunta no es difícil de encontrar. El problema es que la OIT le recordó al Conep que su propuesta de migrar prácticamente todo los cotizantes a un sistema de cuentas individuales tiene un inmenso costo de transición, ya que el Estado tendría que poner en el nuevo sistema todo el valor de las cuotas de quienes serían trasladados a ese nuevo modelo de pensiones. De hecho, la OIT consideró que este costo sería de entre el 4% y el 5% del PIB hasta el año 2040. Para ejemplificar el costo de esto se puede señalar que el Estado tendría que desembolsar en el período 2024 – 2028 entre B/.18,552.1 millones y B/.23,190.1 millones, a fin de que el capital financiero pudiera establecer su lucrativo negocio de las cuentas individuales manejadas privadamente. La desesperación del capital financiero lo lleva a proponer que el gasto del llamado pilar no contributivo (B/. 120.0 a los 65) no se tome en cuenta entre los costos.
Lo que, obviamente, el diario La Prensa no es capaz de criticar, ya que iría en contra de los intereses del capital financiero, son los sesgos de cálculo de la OIT referidos a la propuesta de los sectores sociales. El problema está en que los funcionarios de este organismo supusieron de manera arbitraria que la propuesta de estos sectores solo se planteaba como objetivo volver al modelo solidario de seguridad social, olvidando que, la propuesta de los mismos contiene toda una batería de medidas muy concretas para lograr la viabilidad financiera de la propuesta. Esto está claro en el documento aprobado por los órganos de gobierno de la Universidad de Panamá, publicado bajo el título “Seguridad Social y Sistema de Pensiones en Panamá: Crisis y Alternativas Sociales”, el cual fue acogido por la mayoría de los sectores sociales.
De hecho, la OIT no consultó con los trabajadores sobre el contenido concreto de sus propuestas. Con esto esta organización traicionó su propia metodología, tal como cualquiera puede observar tomando en cuenta el contenido de la página 13 del “User Manual, ILO/ Pension Actuarial Model” (2020). Se debe añadir que, además, los funcionarios de la OIT cometieron el error de utilizar un método de proyección del PIB y de la inflación, que los llevó a proyecciones que no pueden ser validadas y sesgan todo el análisis.
Queda clara, entonces, la carencia de legitimidad y autoridad moral del diario La Prensa para opinar sobre la seguridad social.
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